un Papa dimisionario como tantos otros obispos
![]() |
Celestino, eremita elegido Papa |
Cada 19 de mayo se conmemora
a san Celestino V, el famoso Papa dimisionario en la historia de la Iglesia. Cuando
dimitió el hoy nonagenario Benedicto XVI, se organizó cierto revuelo en el
mundo de los creyentes, sobre todo, parece ser, que provocado por la ignorancia
general que poseen los fieles, tanto clérigos como laicos.
A lo largo de los siglos no
han faltado obispos dimisionarios pero es llamativa la cifra de los que hubo en
el siglo VII. O sea que no hay por qué alarmarse si el Papa dimite pues es
obispo de Roma y tiene los mismos derechos que los demás obispos. Quizá tenga
una obligación más pero no puede dudarse o poner en tela de juicio la igualdad
de los miembros de la Iglesia. Recordaba san Pablo a los primer@s cristian@s (Gal
3, 28) lo aprendido de Jesucristo y es que entre el pueblo de Dios no hay
distinciones de esclavos y libres, ricos y pobres, judíos y paganos (o griegos),
hombres (varones) y mujeres, …, así que no habrá o no tendría que haber distingos
entre los obispos, unos más que otros, unos sí y otros no, etc.
Yendo a un listado
cronológico, sin afán de ser exhaustivo, se confirma lo arriba dicho.
Justo (†390),
obispo de Lyon dimisionario y se retiró a Egipto con el lector Viator. El presbítero
Antíoco fue a buscarlo sin éxito.
Juan
“silencioso o hesicasta” (†558), natural de Nicópolis, fue obispo
dimisionario armenio que acabó monje en la Laura de san Sabas.
Teodoro “siceota” (†613), monje obispo de
Anastasiópolis y que consiguió que el Patriarca de Jerusalén recomendase a su Metropolita
que aceptase su dimisión.
Arnulfo (†640
con 59 años), elegido obispo de Metz siendo seglar y abuelo de Pipino “el
breve”, dimitió para llevar vida contemplativa en los Vosgos.
Eremberto (†678), benedictino, obispo de Toulouse que
dimitió para volver como monje al monasterio que construyó y del que fue abad.
Sacerdote (s
VIII), obispo de Limoges que dimitió y así pudo volver al monasterio de Calabre
que había fundado y en él pasar sus últimos años.
Wulfrano
(†700) era monje y obispo de Sens pero dejó la diócesis para ir a misionar en
la Frisia donde dimitió de su arzobispado y volvió a Fontanelle como un monje
más.
Claudio
(†703), obispo de Besançon que dimitió para ingresar en el monasterio de Condat
donde le eligieron abad.
Bonito (†710
con 87 años), obispo de Clermont, sucediendo a su hermano san Avito, pero como
le parecía una forma ilegal de elección, dimitió a los 10 años, retirándose a
la abadía de Manglieu y luego a Lyon.
Juan (†721),
obispo en Hexham y luego de York, en su ancianidad dimitió e ingresó en la
abadía de Beverley por él fundada.
![]() |
Benedicto XVI rezando ante los restos de san Celestino |
Moderano (†730),
obispo de Rennes y tras 17 años de pastor, dimitió y se hizo monje en Roma.
Lotario (†756 con
71 años), obispo de Séez (Normandía) que presentó su dimisión para volver a su
vida eremítica que tenía desde que quedó viudo.
Ursicino
(†760), obispo de Chur, monje en Suiza y a los 4 años dimitió para ser eremita.
Barnardo (†842
con 75 años), presentó su dimisión como obispo de Vienne tras 30 años de pastor
y se retiró a la abadía fundada por él de Romans-sur-Isere donde murió.
Genadio (†925) era abad en el Bierzo y Alfonso II lo
designó obispo de Astorga, contra su voluntad y con permiso de Ordoño II
renunció a su episcopado para volver a retirarse.
Gerardo (†940),
monje y obispo de Maçon que dimitió por preferir la vida solitaria en la selva
de Brou donde erigió un priorato.
Bogumila Teófilo
(†1182) polaco de Kozmin, obispo de Gniezno que pidió permiso a la Santa Sede
para dimitir y retirarse a la contemplación como camaldulense.
Malaquías (†1148
con 54 años), cisterciense famoso por
sus profecías, sucedió al obispo de Connerth y luego al de Armagh,
primado de Inglaterra, sede de la que dimitió y regresó a Connerth.
Alberto Magno
(†1280 con 74 años), dominico y
arzobispo de Ratisbona pero renunció a los 2 años para seguir en la
enseñanza.
Celestino V (†1296
con 84 años), obispo
de Roma dimisionario a los cinco meses y escribió un Decreto (13-XII-1294)
diciendo que el Papa puede renunciar, lo entregó a los cardenales que había
reunido en Nápoles, donde vivía, se despojó de toda la vestimenta y
ornamentación y se fue.

Además la historia enseña que
hubo algunos que presentaron su dimisión aunque no fue aceptada:
Clemente de
Ocrida (s IX), obispo búlgaro de Velica, uno de los llamados “siete apóstoles
de Bulgaria”, quiso dimitir pero no le dejaron y se retiró al monasterio de
Ocrida desde donde seguía dirigiendo la diócesis.
Adalberto de
Praga (†997 con 41 años) fue a Roma a dimitir como obispo (era el 2º
de Praga), pero el Papa Juan XV le mandó volver y se hizo monje. Juan
Pablo II lo incluyó en el nuevo Misal del 2002.
Ezequiel Moreno Díaz (†1906 con 58 años), agustino recoleto y obispo de Pasto
(Colombia), que en la visita ad limina
en 1898, presentó a León XIII su dimisión, que no aceptó.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada