Y de Cirilo y Metodio, co-patronos
de Europa
Cada
14 de febrero se celebra el día de san Valentín
o el día de los enamorados y el nuevo Martirologio Romano de 2002, actualizado por Juan Pablo II, no
dice que fuera ni sacerdote ni obispo.
Además
es la conmemoración de los santos Cirilo (†869 con 42 años) y Metodio (†885 con 70 años), hermanos griegos de Tesalónica,
llamados en el mundo Constantino y Miguel que fueron ambos monjes apóstoles de los eslavos en
Chequia, Eslovaquia, Croacia, la antigua Yugoeslavia y Bulgaria.
Hoy,
14 de febrero, es el aniversario de la muerte en Roma de Cirilo. En el funeral
de Metodio, un 6 de abril, hombres y mujeres, humildes y poderosos, ricos y
pobres, libres y siervos, viudas y huérfanos, extranjeros y gentes del lugar,
sanos y enfermos, formaban muchedumbre que, entre lágrimas y cantos,
acompañaban al sepulcro al buen Maestro y Pastor.
Benedicto
XVI los glosó en una catequesis (17-VI-2007) recordando que Cirilo, después de haber
rechazado un brillante matrimonio, decidió recibir las órdenes sagradas y se
convirtió en bibliotecario en el Patriarcado. Poco después, deseando retirarse
en la soledad, se escondió en un monasterio, pero pronto fue descubierto y se
le encomendó la enseñanza de las ciencias sagradas y profanas, tarea que
desempeñó tan bien que se ganó el apelativo de "filósofo".
Metodio tras una carrera en la administración pública en
Macedonia, se retiró a la vida monástica en el monte Olimpo, en Bitinia, donde
recibió el nombre de Metodio (el nombre monástico debía comenzar por la misma
letra del de bautismo, en su caso era Miguel) y se convirtió en hegúmeno del monasterio de de Polychron.
La
Iglesia ortodoxa los tiene como isoapóstoles y hoy celebra a Cirilo; el 11 de
mayo a los dos hermanos. También los celebran los anglicanos y los
evangelistas. En Chequia, Macedonia y Eslovaquia los celebran el 5 de julio, aniversario
de su llegada a la Gran Moravia y en Bulgaria, el 24
de mayo se celebra la fiesta nacional del Día de la cultura y educación búlgaras y
del alfabeto eslavo.
Juan
Pablo II, con la Carta ap Egregiae virtutis del 31 de diciembre de 1980, los nombró Patronos de Europa con san Benito que había sido
nombrado antes por Pablo VI, y luego los 3 varones serían acompañados (para
equilibrar) por 3 mujeres: Brígida de Suecia, Catalina de Siena y Edith Stein.
Juan
Pablo II les dedicó una Encíclica Apóstoles
de los eslavos (Slavorum apostoli, 2-VI-1985) resaltando esas cualidades a imitar de buena
evangelización y de inculturización del Evangelio al cristianizar el mundo
eslavo sin imponer siquiera la supremacía del griego. El príncipe eslavo
Ratislav les llamó evangelizar a los jázaros, entre el Don y el Cáucaso, al
norte del Mar Negro, y fueron jurídicamente enviados por el Patriarca de
Constantinopla. Cerca de Querson descubrieron los restos del papa san Clemente
romano que llevaron a Roma al papa Adriano II quien les acogió con grandes
honores y autorizó la lengua eslava para la liturgia.
“Los
hermanos Cirilo y Metodio –sigue diciendo el Papa polaco-, bizantinos de cultura, se preocuparon por conocer
bien el mundo interior de aquellos a los que tenían intención de anunciar la
Palabra de Dios. Se habían preocupado en crear un nuevo alfabeto para que las
verdades pudieran ser escritas en la lengua eslava. No tuvieron pues miedo de
usar la lengua eslava por amor a la justicia".
"El
cristianismo occidental, después de las migraciones de los pueblos nuevos,
había amalgamado con las poblaciones latinas los grupos étnicos llegados, con
la intención de unirlos, extendiendo a todos la lengua, la liturgia y la
cultura latina. Uniformidad, sentimiento de fuerza y compactibilidad. Resulta
así singular y admirable, cómo los santos hermanos no impusieran a los pueblos
ni siquiera la indiscutible superioridad de la lengua griega y de la cultura
bizantina, o los usos y comportamientos de la sociedad más avanzada".
"Para la Iglesia de hoy es también muy expresivo e instructivo el método
catequético y pastoral que ellos aplicaron. La Iglesia, introduciendo el reino
de Dios, no disminuye el bien temporal de ningún pueblo; antes, al contrario,
lo fomenta y asume, y al asumirlo, purifica, fortalece y eleva todas las
capacidades y riquezas y costumbres de los pueblos. En virtud de esta catolicidad,
cada una de las partes colabora con sus dones propios".
"La catolicidad de la Iglesia, sentida como una sinfonía de las diversas
liturgias en todas las lenguas del mundo, como un coro armonioso desde
cualquier punto de nuestro globo, en cada momento de la historia, corresponde a
la visión teológica y pastoral que inspiró su misión entre los eslavos. En
Venecia, apegados a un concepto más bien angosto, eran contrarios a esta visión.
Recordando que Dios hace salir el sol y hace caer la lluvia sobre todos los
hombres sin excepción, tres lenguas (hebreo, griego y latín) habían decidido
que todos los demás pueblos y razas quedaran ciegos y sordos".
"La Iglesia es también católica porque sabe presentar en cada contexto
humano la verdad revelada de manera que se haga accesible a los modos y a las
justas aspiraciones de cada hombre y de cada pueblo. El Evangelio no lleva al
empobrecimiento o desaparición de todo lo que cada hombre, pueblo y nación, y
cada cultura en la historia, reconocen y realizan como bien, verdad, belleza.
La catolicidad no es algo estático, fuera del dato histórico y de una
uniformidad sin relieve. La catolicidad de la Iglesia se manifiesta también en
la corresponsabilidad activa y en la colaboración generosa en todas partes,
uniendo y elevando todo valor humano auténtico en cualquier área geográfica y
en cualquier situación histórica".
En la homilía matutina del 14-II-2014, Francisco
comentaba que los patronos de Europa Cirilo y Metodio fueron enviados a llevar
el mensaje y su caminar «nos hace
reflexionar sobre la identidad del discípulo». También Jesús «obró así,
siguió adelante: los invitados a la boda no llegaron, todos encontraron un
motivo para no ir. ¿Dice Jesús que no hagamos fiesta? No. Id a los cruces de los caminos,
de las calles e invitad a todos, buenos y malos. Así dice el Evangelio.
¿Pero también a los malos? Incluso los malos. ¡A todos!».
En 2017 hacía considerar a los dos hermanos
griegos como «buenos
heraldos del Evangelio que arriesgaron todo e hicieron más fuerte a Europa».
El pasaje evangélico del día pone en boca de Jesús «La mies es mucha, y los obreros
pocos. Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies». Y también que Jesús dijo:«Os envío como corderos en medio de lobos».
¿Qué significa?
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