dimecres, 12 de desembre del 2018

MIRANDO A LA VIRGEN DE GUADALUPE

Y cantándole con los mariachis





Cada 12 de diciembre se celebra la memoria de la Virgen de Guadalupe, la Patrona de México y de las Américas que se apareció en 1531 al indígena Juan Diego en la colina del Tepeyac, al NO. Ocurrió el sábado 9 dos veces, el domingo 10 por la tarde y el martes 12 también a su tío Juan Bernardino que estaba enfermo. Desde aquel momento en 20 años se bautizaron unos 9 millones de indios. Hernán Cortés había conquistado ese territorio 10 años antes.

La Virgen hablaba a Juanito en su propia lengua, el náhualtl y usó la palabra "coatlallope"; un sustantivo compuesto por "coatl" o sea, serpiente, la preposición "a" y "llope", aplastar; es decir, se definió como "la que aplasta la serpiente". La palabra coatlallope sonó a los oídos de los frailes españoles como el extremeño "Guadalupe". El obispo franciscano fray Juan de Zumárraga fue protagonista del evento.



Juan Diego Cuauhtlatoatzin, el vidente de la Virgen de Guadalupe (†1548 con 74 años), era mexicano de Cuauhtitlán, en el reino de Texcoco de los chichimecas. Pobre, sin instrucción, recién bautizado, sencillo, piadoso, ya viudo de María Lucía, y con 57 años, se le apareció la Virgen para pedirle construir el santuario de Guadalupe. La incredulidad inicial del obispo Zumárraga logró que la Virgen María dejara impresa en la tilma del indito la imagen que aún hoy día veneran tantos millones de americanos y milagrosamente ese paño destructible sin embargo se conserva sin alteración alguna a pesar del transcurso de los siglos. Canonizado por Juan Pablo II en 2002 que le llamó “el confidente de la dulce Señora del Tepeyac” y “representa todos los indígenas que reconocieron el evangelio de Jesús”.

La advocación que creyeron oír es la de Nuestra Señora de Guadalupe, la patrona de Extremadura. Es una imagen donada en el año 580 por el papa Gregorio Magno a san Isidoro de Sevilla y que estuvo escondida en la provincia de Cáceres y perdida por 600 años hasta que –buscando una vaca perdida- la encontró un pastor, Gil Cordero, en la ribera del río Guadalupe, en un robledal bravío, bueno para la caza de osos.

Es una talla de madera oriental, muy diferente a la imagen mejicana de Tepeyac. En este santuario extremeño, el 20 julio 1488, se firmó el permiso para que Colón fuera a descubrir el nuevo mundo.

La Virgen mexicana de Guadalupe tiene concedida por Juan Pablo II en 1988 la “rosa de oro”. En el 2º milenio se han concedido 180 “rosas de oro”, 7 de ellas en el s XX: Pablo VI la concedió a Fátima (1965) y a Aparecida (1967). Juan Pablo II la concedió a Luján (1982), Loreto (1988), y Benedicto XVI a Jasna Gora (2006), Pompeya (2008) y Nuestra Señora de la Cabeza, en Jaén (2009), siendo la única Virgen española que la posee y es una “virgen negra” como la de Guadalupe o Montserrat. En 2010 la concedió a la Patrona de Malta, Nuestra Señora de Ta’pinú. Francisco la concedió a Fátima (2017).

La costumbre la inició León IX en 1049 como regalo a personas distinguidas, sobre todo reinas.

El santuario mexicanos ha sido honrado de alguna manera oficial por 24 papas: Benedicto XIV (1740-58) la nombró patrona de Nueva España, desde Arizona hasta Costa Rica. En 1895 León XIII (1878-1903) concedió su coronación. San Pío X (1903-14) en 1904 elevó el santuario a la categoría de Basílica y en 1910 la nombró patrona de toda América Latina. En el 45 Pío XII (1939-58) la nombró Emperatriz de América. Juan Pablo II (1978-2005) lo visitó 4 veces entre 1979 y 2002; en la 3ª extendió la fiesta a todo el continente y le confió a Ella el destino y la evangelización de todos esos pueblos americanos.

Se estima que cada año es visitado por 10 millones de personas. La digitalización con el Dr Tonsmann (óptico) y los inventos de la NASA hacen que en las pupilas de la Virgen aparezcan los personajes que aparecen en el relato, en casa del obispo.

Benedicto XVI visitó el santuario de san Giovanni Rotondo (21 junio 2009) honrando la figura del padre Pío; es el tercer santuario más concurrido (7 millones al año) después del Vaticano y Guadalupe mexicano.

La Virgen de Kazan es la "Madre de Rusia" que está en St. Petersburgo, es un icono ahora devuelto a la iglesia ortodoxa rusa desde el 15 agosto 2004, llevado a Moscú para la fiesta de la Asunción de María y en la homilía, en nombre de Juan Pablo II, el cardenal Walter Kasper señaló que este icono tiene la importancia que la Virgen de Guadalupe en México o Czestochowa en Polonia.


Hoy, 12-XII-2018, Francisco se dirige a ella diciéndole: “Confío a la Santísima Virgen de Guadalupe, cuya memoria celebramos hoy, a vosotros aquí presentes, a vuestras familias y, de modo particular, a aquellos que están esperando el nacimiento de sus hijos”. Y recordó que “San Juan Pablo II encomendó a su materna protección la vida y la inocencia de los niños, sobre todo de aquellos que están en peligro de no nacer”.

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