divendres, 1 de juny del 2018

CRISTIANISMO EN ETIOPÍA

CANDACE, NUBIA O ETIOPÍA



Un ministro del tesoro de "Candace, reina de los etíopes" que regresaba de un viaje a Jerusalén por el camino de Gaza fue bautizado por el apóstol Felipe (Act 8, 26-39).

Candace o Kandake fue el título de las reinas o reinas madre del antiguo reino africano de Kush o Cus (de los cusitas, terminología de los hebreos) también conocido como Nubia que los griegos llamaban Etiopía.

En las diversas representaciones en los muros de los templos aparecían y destacaban habitualmente como mujeres de largas y afiladas uñas y hermosa joyería considerada sagrada. Diversas descripciones las consideran obesas pero debe tenerse en cuenta que entre muchas civilizaciones africanas el peso era indicativo de poder, riqueza y productividad como madres. Sus representaciones sugieren que se las consideraba gobernantes de origen divino dado que suelen estar a la misma altura que el dios principal de Meroe Apedemak, el dios león.

Nubia es la región situada al sur de Egipto y al norte de Sudán. Su población se asienta a lo largo del valle del Nilo, entre la primera y la sexta catarata del Nilo. En la antigüedad fue un reino independiente aunque durante el apogeo de Egipto fue un virreinato egipcio y su gente era llamada “Tai-Seiti” (la tierra de la “gente del arco”).

Nubia fue conquistada por Dyer (3000 aC), el tercer faraón de la Dinastía I. Más adelante, el faraón Seneferu, de la Dinastía IV, predecesor de los faraones que construyeron las pirámides de Guiza, ordenó inscribir que invadió Nubia y trajo a 100.000 cautivos y más de 200.000 cabezas de ganado. Este hecho refleja la prosperidad de los nubios.

Faraones del Imperio Nuevo, como Ramsés II (1290-1224 aC), se elevaron a la realeza porque pudieron imponerse a los nubios. Durante el Tercer periodo intermedio de Egipto (1085 -750 aC), Nubia recuperó su independencia y se constituyó el «reino kushita» que iba a perdurar durante unos mil años.

Los nubios fueron considerados grandes guerreros desde los tiempos de los faraones, incluso en fechas tan tardías como mediados del siglo X más de cincuenta mil nubios servían en el ejército fatimí. Al final del Medioevo fue cuando se impuso definitivamente en toda la región el islamismo. La iglesia «real» de Dongola fue reemplazada por una mezquita hacia 1350.

La religión de la gente de Etiopía hace que los hombres lleven nombres como Habteyesus (“Don de Jesús”), Haile Selassie (“Poder de la Trinidad”), Woldemariam (“Hijo de María”), o Gebremikael (“Siervo de Miguel”). Algunas mujeres despliegan en su frente grandes cruces tatuadas. Entre los saludos acostumbrados hay frases como: “¡Que Dios le dé salud!” “Gracias a Dios, estoy bien. ¿Cómo está usted?” Ciertas poblaciones etíopes tienen nombres bíblicos.

Los turistas suelen ir a visitar las singulares iglesias en las rocas y monasterios escondidos.  La Biblia recuerda los buenos servicios que prestó el eunuco etíope Ebed-melec a Jeremías (Jer 38, 7-13) También, Etiopía fue una de las tierras a donde llegaron exiliados judíos después que Judá fue conquistada por los babilonios (Is 11, 11).

Su Santidad Abuna Paulos
En el 2º Sínodo de Obispos sobre África (oct 2009), su Santidad Abuna Paulos, Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Etíope, dijo que antes que el eunuco de candace, a Belén había ido el rey de reyes etíope, el emperador Bazen (el rey negro llamado Baltasar) y recordó que Manelik I, el hijo de reina de Saba, fue quien se llevó a Etiopía el Arca de la Alianza.

         Ifigenia, Hay una virgen de Etiopía, que la leyenda dice que fue convertida por san Mateo. Otra, beata, llamada Ifigenia de san Mateo, mártir de la Revolución Francesa. Francisca en 1794. María Susana de Gaillard de la Valdène, del monasterio de la Adoración Perpetua del Stmo Sacramento, fue guillotinada.
         Mateo o Leví, apóstol y evangelista, vecino de Cafarnaún, hijo de Alfeo, era recaudador de impuestos que los judíos pagaban a Roma. Uno de los “doce”. Sus reliquias llevadas de Etiopía a Salerno en 954 fueron cuidadosamente ocultadas durante 120 años y fueron recuperadas con el papa Gregorio VII.
Frumencio de Tiro (+380) era un libanés llevado a Axum (la capital etíope) y vendido como esclavo del rey, pero pronto sería su secretario. Ordenado obispo por san Atanasio, fue el primer obispo etíope. Le llaman Abba Salama (Padre de la Paz). Convirtió al rey Ezana (321-360) que abrazó la nueva fe y proclamó el cristianismo la religión oficial por lo que se le llegó a llamar el “Constantino de Etiopía”.

         Moisés (+400) fue un anacoreta de Etiopía, negro, muy alto, había sido ladrón famoso; cambió y viviendo en el desierto convirtió a muchos colegas.
         Elesbaán o Caleb (+535) como rey de Etiopía derrotó al usurpador Du Nuwas, perseguidor de los cristianos; luego abdicó en su hijo, envió la corona real a Jerusalén y allí se hizo monje.
         Agatángelo de Vincennes (+1638), beato, capuchino, enviado a la misión en Etiopía de Propaganda fidei, murió mártir en Egipto con el P. Casiano de Nantes. Ambos acusados de espías extranjeros y enemigos de la religión del país, fueron ahorcados.
         Justino de Iacobis (+1860 con 60 años) napolitano, religioso de la Congregación de la Misión, que fue vicario apostólico para Etiopía o Abisinia, obispo de Nilópolis, que se vestía como abisinio y logró muchas conversiones.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada