divendres, 4 de desembre del 2015

LOS CARISMAS EN LA IGLESIA


Desde el comienzo, el Señor ha colmado a su Iglesia de los dones de su Espíritudijo el papa Francisco en la catequesis (o Audiencia general) del 1 de octubre de 2014, haciéndola cada vez más viva y fecunda. Entre estos dones, distinguimos algunos que resultan especialmente preciosos para la edificación y el camino de la comunidad cristiana: se trata de los carismas.

En esta catequesis nos preguntamos: ¿Qué son exactamente los carismas? ¿Cómo podemos reconocerlos y acogerlos? Y sobre todo, el hecho de que en la Iglesia haya diversidad y multitud de carismas ¿es un hecho positivo, algo bello, o es un problema?

El carisma es algo más que una cualidad personal, de una predisposición de la que se puede estar dotado

La experiencia más bella, sin embargo, es descubrir ¡cuántos carismas distintos y con cuántos dones del Espíritu Santo el Padre colma a su Iglesia! Esto no debe ser visto como un motivo de confusión, de malestar: son todos regalos que Dios hace a la comunidad cristiana, para que pueda crecer armoniosa, en la fe y en su amor, como un cuerpo solo, el cuerpo de Cristo. El mismo Espíritu que da esta diferencia de carismas crea la unidad de la Iglesia ¡el mismo Espíritu!

En el estadio olímpico de Roma, ante 50.000 carismáticos el 1 de junio de 2014, domingo de la Ascensión, el papa Francisco se acercó a saludar a esos miembros del Movimiento Renovación Carismática Católica que celebraban su 37º Asamblea general.


Ya los conocía de Buenos Aires y les dijo sinceramente: En los primeros años no me gustaban mucho los carismáticos. Decía de vosotros: parecen una escuela de samba. No compartía sus nuevas formas de rezar ... 



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Después comencé a conoceros y comprendí que la Renovación es una gracia para la Iglesia. Sois una corriente de gracia en la Iglesia y para la Iglesia. Habéis recibido el gran don de la diversidad de carismas al servicio de la Iglesia.

No perdáis la libertad que el Espíritu os ha dado. El peligro para la Renovación, como dice el padre Raniero, es el de la excesiva organización. No perdáis la gracia de dejar que Dios sea Dios.

Otro peligro es el convertirnos en controladores de la gracia de Dios. Sois dispensadores de la gracia de Dios, no controladores. No seáis aduana del Espíritu Santo.

El 3 de septiembre de 2015 recibió con gran alegría a los participantes en el V Capítulo general del Movimiento Apostólico de Schoenstatt, y aseguró que permanece vivo en su memoria el encuentro que mantuvo con ellos el 25 de octubre de 2014, en el centenario de su fundación.

El P. José Kentenich, fundó el Instituto Secular de los Padres de Schoenstatt, comunidad de sacerdotes de derecho pontificio, el 18 julio de 1965 para estar al servicio y animar apostólicamente el Movimiento Apostólico de Schoenstatt.

El papa Francisco recordó que sería un grave error pensar que el carisma se mantiene vivo concentrándose en estructuras externas, esquemas, métodos y formas. Y destacando que el diálogo con Dios en la oración nos lleva también a escuchar su voz en las personas.

El carisma –seguía diciendo el Pontífice- crece, se renueva y también la realidad se transforma, se transfigura por la fuerza espiritual que ese carisma lleva consigo. En junio 2020 vuelve a ser acusado de abusos sexuales, de poder y de conciencia como ocurrió en 1950 y Pío XII lo apartó de su trabajo y lo envió a USA.

El Movimiento de los Focolares u Obra de María es otro de los recientes carismas donados por el Espíritu Santo a la Iglesia y al mundo del tercer milenio.


Son unas 120 mil miembros y cerca de medio millón de adherentes y simpatizantes. A través de varias iniciativas se calcula que han alcanzado además alrededor de un millón de personas.


Además de los cristianos católicos, forman parte del Movimiento de los Focolares unos 25 mil cristianos de 350 Iglesias y comunidades eclesiales y más de siete mil fieles de las religiones principales y 10 mil personas de convicciones o culturas no religiosas compartes su estilo.

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