dijous, 15 de setembre del 2011

NUEVAS REALIDADES ECLESIALES (3)

Renovación carismática
Los Caballeros de Colón
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El listado exhaustivo sería interminable, gracias a Dios, pero para una ojeada rápida al panorama actual, al menos he descrito en 3 sesiones algunas de las que van sonando más o menos con frecuencia o te encuentras en la vida de cada día.



Adsis, Asoc. Cooperadores salesianos, Asoc. Papa Juan XXIII, Centro Internacional Milicia de la Inmaculada, Comunidad Católica de Integración (Katholische Integrierte Gemeinde), Comunidad Católica Shalom, Comunidad City of the Lord Covenant, Comunión de Comunidades Betania, Comunidad Cristiana God’s Delight, Comunidad de las Bienaventuranzas, Comunidad del Camino Nuevo, 

Comunidad del Arca, Comunidad Jesús Resucitado, Comunidad María, Comunidad Pan de Vida, Comunidad Réjouis toi, Comunidad del Verbo de la Vida, Comunidad de Vida Cristiana, Cursillos de Cristiandad, El Shaddai.

Encuentro Matrimonial Mundial, Fraternidad de Agrupación Sto. Tomás de Aquino, Foi et Lumière, Foyers de Charité, Fraternidad Católica, Programa Católico Internacional de Evangelización, Jeunesse-Lumière, Los Diez-Asociación laical, Luz y Vida, Movimiento contemplativo misionero “P. Foucauld”, Movimiento de espiritualidad Vivere in, Movimiento de Seglares claretianos, Movimiento Teresiano de Apostolado, Movimiento Nazareth, Movimiento Oasis, Movimiento Pro Sanctitate, Orden Franciscana Secular, Parejas por Cristo, Seguimini-Grupo laical, Talleres de Oración y Vida yWerkgroep Katholieke Jongeren. Etc.


Renovación carismática

Es un Movimiento católico surgido espontáneamente en 1967 en el seno de la iglesia metodista, gracias a la iniciativa de un grupo de estudiantes de la Universidad de Duquesne (Pittsburgh, USA) y como una gracia del Espíritu Santo para promover la renovación de la vida cristiana. Destaca como iniciadora Patty Mansfield. El Espíritu sopla donde quiere, dice la Escritura, y se trata de secundar sus carismas.

La Renovación carismática es un movimiento transversal de corriente de gracia con el soplo del Espíritu que afecta ya a unos 600 millones de cristianos, con unos 120 millones de católicos. El movimiento depende del Pontificio Consejo para laicos.



Elena Guerra, beatificada en 1959 por Juan XXIII, es considerada para los millones de católicos de la Renovación Carismática Católica la "abuela fundadora" y una conexión con Roma que la "equilibra teológicamente". El papa bueno la admiraba por su devoción al Espíritu Santo y en la que se inspiró para escribir su oración al Espíritu Santo en la convocatoria del Concilio Vaticano II.

Elena nació en Lucca, Italia, en 1835, y desde su confirmación, cuando tenía diez años, era muy sensible a la presencia del Espíritu Santo y propagadora de su devoción en una época preconciliar en la que era "el gran desconocido" de la espiritualidad católica.

La relación con la Renovación Carismática viene por su devoción al Espíritu Santo... y algo más. Entre 1895 y 1903, escribió doce cartas a León XIII pidiéndole una predicación renovada sobre el Espíritu Santo. El papa accedió y en Provida Matris Caritate pedía a la Iglesia una novena solemne al Espíritu Santo entre la Ascensión y Pentecostés. El 31 de diciembre de 1900 León XIII organizó una velada de oración en San Pedro y, a las doce de la noche, él mismo entonó ante todos el himno Veni Creator Spiritus

Esa misma noche, en Topeka, Kansas, un misionero metodista y un grupo de jóvenes que estudiaban la Biblia, tuvieron una experiencia real con la joven Agnes Oznam. Para la Renovación Carismática Católica, fue una respuesta de Dios a una oración insistente de la beata Elena Guerra.

En 1975 Pablo VI les decía: "Este deseo auténtico de situaros en la Iglesia es un signo auténtico de la acción del Espíritu Santo... ¿Cómo no va a ser esta "renovación espiritual" una oportunidad para la Iglesia y el mundo? Y cómo, en ese caso no tomar todos los medios para asegurar que permanezca de este modo...". 

Juan Pablo II en 1979, les dijo: "Estoy convencido que este movimiento es un componente muy importante en toda la renovación de la Iglesia". Les dijo que desde sus once años hacía una oración diaria al Espíritu Santo y añadió: "Esta fue mi propia iniciación espiritual, así que entiendo todos estos carismas. Son todos parte de la riqueza del Señor. Estoy convencido que este movimiento es una señal de su acción".

En 2004 el papa Wojtyla alentó así mismo la iniciativa «Zarza ardiente», promovida por la Renovación en el Espíritu, que es «una adoración incesante, día y noche, ante el santísimo Sacramento; una invitación a los fieles a "regresar al Cenáculo"». Su objetivo, según el Papa, es que los bautizados, «unidos en la contemplación del Misterio eucarístico, intercedan por la unidad plena de los cristianos y por la conversión de los pecadores… Deseo de corazón que esta iniciativa les lleve a muchos a redescubrir los dones del Espíritu, que en Pentecostés tienen su manantial».

El domingo 1 de junio de 2014 el papa Francisco acudió a su encuentro en el Estadio Olímpico de Roma, repleto y lleno de entusiasmo con más de 50 mil personas llegadas desde 52 países para celebrar su 37ª Asamblea Nacional.

Salvatore Martínez, presidente de la RCC en Italia, recordó que “el año pasado cuando le anuncié que íbamos al Estadio Olímpico, usted me dijo 'yo voy' y ha cumplido su palabra”. "Nacimos con Pablo VI, crecimos con Juan Pablo II y ahora nos encontramos con usted aquí”.

El papa, entre otras cosas y comentarios entusiastas, les advirtió sobre “el peligro de la excesiva organización; se necesita, pero sin perder la gracia de dejar a Dios ser Dios, y no hay mayor libertad que dejarse llevar por el Espíritu para que nos oriente y nos lleve dónde él desea. Él sabe lo que necesita cada ocasión”.

“Otro peligro -añadió el Pontífice- es volverse controladores de la gracia de Dios. Tantas veces los responsables, me gusta llamarlos servidores, se vuelven administradores de la gracia, decidiendo quién puede recibir la efusión en el Espíritu y quién no. Y si alguien lo hace, por favor no lo hagan más. Ustedes son dispensadores de la gracia de Dios y no controladores. No sean aduana al Espíritu Santo”.


Hermanos y hermanas -dijo el papa Francisco antes de dar la bendición apostólica- acuérdense: adoren a Dios nuestro Señor, es este el fundamento, busquen la santidad en la nueva vida del Espíritu Santo. Eviten la excesiva organización, salgan a evangelizar por las calles, acuérdense que la Iglesia nació en salida esa mañana de Pentecostés. Acérquense a los pobres y toquen en ellos la carne herida de Jesús. Por favor no enjaulen al Espíritu Santo”.

Los Caballeros de Colón

Son una Asociación católica pero con algo  particular y sorprendente pues se basa en el modelo medieval templario o el actual masónico en cuanto a ritos y reuniones secretas aunque se dedican a actividades muy católicas, absolutamente honradas y honestas. Aunque el fin no justifica los medios, el propio Jesús enseñó a sus discípulos a ser prudentes como las serpientes a la vez que sencillos como palomas (cf Mt 10,16).

Algunas asociaciones o grupos son nefastos no tanto por sus medios sino por sus fines y actualmente abunda la confusión con la palabra secreto. Unos la han vaciado de contenido o la han ridiculizado arremetiendo con quien pueda usar medios digamos secretos (no así los fines que están claros como la luz del día) y sin embargo son los mismos que tienen en secreto sus fines aunque den la imagen pública de que no tienen ningún secreto. Se confunde la naturalidad con la desnudez incluso corporal. Sería bueno devolver esta palabra a su punto de equilibrio, roto por la actual desorientación ética, ya que es algo natural, bueno, ético... así el secreto profesional, el secreto de Estado, etc.

Este 3 de agosto de 2010, Benedicto XVI agradeció al Caballero Supremo Carl Anderson la generosidad que vienen demostrando en todo el mundo para con la Iglesia católica a través de sus actividades de solidaridad y amor. Lo hizo a través de una carta del Cardenal Tarsicio Bertone, Secretario de Estado Vaticano, con ocasión de la 128 Convención Anual que tuvo lugar en Washington. Agradecía a sí mismo el apoyo prestado durante el reciente Año sacerdotal y mientras se daba una movida periodística ante algunos casos lamentablemente graves y escandalosos de unos pocos clérigos.

Entre los 25 mártires mexicanos de 1927 canonizados por Juan Pablo II en el 2000, seis clérigos eran Caballeros de Colón, que ellos mismos consideran una Orden religiosa. Durante aquella persecución religiosa mexicana y la guerra de los cristeros, eran 400 miembros KC y años después más de seis mil.

Fueron fundados por el P. McGivney en 1882 que murió en 1890 con 38 años; era párroco de Santa María en New Haven, en la diócesis de Hartford. Benedicto XVI lo declaró venerable en marzo 2008 cuando ya eran una asociación laical con 1,7 mill de miembros varones.

En Roma (111206) se les ha dedicado una plaza en reconocimiento de su labor y también por los 5 campos deportivos para todos y totalmente gratuitos.

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