FUNDADORES del siglo XX (2)

Alberto Hurtado Cruchaga 
Juan de Calabria
Giorgio Preca
Pedro de san José Bethencourt
Giacomo Alberione
Cayetano Catanoso 
Luigi Giussani
Roger Schultz o “hermano Roger“
Tomás Morales 
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Alberto Hurtado Cruchaga (+1952 con 51 años), chileno, jesuita canonizado por Benedicto XVI en 2005 que dijo de él que, fruto de su oración y devoción eucarística, fue un verdadero “contemplativo en la acción” pues “en el amor y entrega total a la voluntad de Dios encontraba la fuerza para el apostolado”. Ordenado sacerdote en Bélgica, volvió a Chile donde fundó “el Hogar de Cristo” para atención de los pobres sin techo, sin abrigo ni comida. A los 51 años se le detectó un cáncer pero siguió animoso, trabajador y alegre como siempre en esos pocos meses de vida que le quedaron.

Juan de Calabria (+1954 con 81 años), sacerdote fundador de l@s Pobres Sierv@s de la Divina Providencia, canonizado en 1999. De familia muy pobre, era el 7º y último hijo de Luis, zapatero, y Ángela, empleada del servicio doméstico. Como sacerdote empezó dedicándose a atender niños desamparados y acabó fundando las Congregaciones. Su corazón apostólico le hizo pensar en los parias de la India y en 1934 mandó a 4 hermanos a Vijayavada. El cardenal Schuster mandó esculpir en su tumba: “Resplandeció como un faro luminoso en la Iglesia de Dios”. La Conferencia Episcopal de Treveneto, en la propia carta postulatoria enviada a Juan Pablo II, le consideraban profeta de la pastoral de Wojtyla. El P. Calabria comprendió la importancia de la contribución de los laicos en la Iglesia del tercer milenio y para ellos fundó “la Familia de los Hermanos externos”.

Giorgio Preca (+1962 con 82 años), presbítero maltés fundador de la Sociedad de la Doctrina Cristiana, canonizado en 2007. Nació en La Valetta. Ordenado sacerdote, volvió a reunir a los jóvenes con los que había tenido encuentros de formación dando inicio a la fundación (M.U.S.E.U.M) de la que será primer Superior General don Eugenio que murió en olor de santidad. Con Giannina Cutajar inició la rama femenina, también de laicas célibes. Propagó la devoción a la Encarnación, con las palabras “El Verbo se hizo carne” (Jn 1,14). Antes las dificultades de su obra, en el 18 se puso en manos de la Virgen e ingresó en la Tercera Orden Carmelita, eligiendo el nombre de fra Franco. Quiso que todos los socios de su obra apostólica llevaran el escapulario de la Virgen del Carmen. También propagó la devoción a la Virgen del Buen Consejo y a la medalla Milagrosa. En el 57 inventó los cinco misterios de luz del Rosario que extendería a la Iglesia universal Juan Pablo II.

Pedro de san José Bethencourt (+1968 con 81 años), franciscano, fundador de l@s belemitas, canonizado en 2002. Canario de Tenerife, lego terciario que se fue a evangelizar Guatemala donde murió. Hombre sin techo que dió de comer al hambriento y vistió al desnudo. Trataba al Niño Jesús, a la Virgen María y a san José y así le bastaba la caridad con la que seducía a hombres y mujeres ricos.

Giacomo Alberione (+1971 con 87 años), sacerdote fundador en 1915 de las Hijas de san Pablo junto con la Venerable hermana Tecla Merlo, fue beatificado en 1996. Como desde “el púlpito de papel”, se dedican a evangelizar en el mundo de hoy editando periódicos, revistas, películas, programas de radio y televisión, disponiendo de una cadena de librerías, etc. su púlpito navega ahora por internet; su obra es la barca de los apóstoles dispuesta, como indicaba el Señor, al “duc in altum!” que recordó Juan Pablo II. A partir de 1920 la Familia Paulina está compuesta por diez congregaciones, institutos y movimientos laicales, entre ellas las paulinas que el 29-VIII-2007 celebraron su Capítulo General con 71 hermanas para elegir a las nuevas autoridades para los próximos seis años. Son 2490 miembros en 248 comunidades en 52 países, dedicadas al apostolado con la edición de libros y el uso de las artes y las nuevas tecnologías. Está en proceso de canonización el beato Timoteo Giaccardo que fue el primer sacerdote y vicario general de su obra.

Cayetano Catanoso (+1963 con 84 años), sacerdote fundador de la “Pía Unión de la Santa Faz”, que Juan Pablo II beatificó en 1987 y Benedicto XVI canonizó en 2005. Hijo de agricultores italianos, fue sacerdote fundador para impulsar a sacerdotes y laicos el amor al rostro de Cristo encontrado en la Eucaristía. Fundó también las religiosas “Verónicas de la Santa Faz” para ayudar a los sacerdotes de las parroquias más abandonadas y perdidas. Mortificado, penitente y piadoso, aceptó la ceguera de sus últimos años de vida.

Benedicto XVI visitó (1-IX-06) el santuario del Santo Rostro en Manoppello, una localidad italiana de la región de los Abruzos (Abruzzo), donde se encuentra el velo de 17 x 24 cm en el que habría quedado quedó impreso el rostro de Jesús y cuyos rasgos coinciden con los de la Sábana Santa de Turín. La imagen impresa, por el momento, no tiene explicación científica, pues los estudios realizados confirman la inexistencia de pintura sobre el velo. Algunos sostienen que esta imagen sirvió de modelo para iconos de las catacumbas romanas del s IV.

Luigi Giussani (+2005 con 83 años) es el sacerdote fundador de Comunión y Liberación, un movimiento eclesial que busca una educación cristiana madurada por sus miembros y una colaboración en la misión de la Iglesia en todos los ámbitos de la sociedad. Actualmente son más de 45 mil miembros presentes en casi 70 países.

Su funeral fue en la catedral de Milán y la homilía corrió a cargo del cardenal Ratzinger que recordó detalles de su vida siendo un chaval y que en el 68 marchó a Brasil donde encontró la pobreza extrema y la miseria pero no dejó a un lado a Cristo.

“Comunión y Liberación -añadía- nos hace pensar inmediatamente en ese descubrimiento propio de la época moderna, la libertad, y nos hace pensar también en la fórmula de san Ambrosio «Ubi fides est libertas». El cardenal Biffi ha reclamado nuestra atención –decía el que fuera papa Benedicto XVI- sobre la casi total coincidencia de esta expresión de san Ambrosio con la fundación de Comunión y Liberación. Subrayando la libertad como don propio de la fe, nos ha dicho también que la libertad, para ser verdadera libertad humana, una libertad en la verdad, tiene necesidad de la comunión. Una libertad aislada, una libertad que sea sólo para el yo, sería una mentira y acabaría destruyendo la comunión humana. La libertad, para ser verdadera y, por tanto, también eficiente, tiene necesidad de la comunión, pero no de cualquier comunión, sino en último extremo de la comunión con la verdad misma, con el amor mismo, con Cristo, con el Dios trinitario. Así se construye una comunidad que crea libertad y proporciona alegría”.

Roger Schultz o “hermano Roger“ (+2005 con 90 años), religioso fundador de la Comunidad ecuménica de Taizé, en la Borgoña francesa, fue apuñalado por una mujer desequilibrada mentalmente, durante la oración vespertina en presencia de muchos miles, sobre todo jóvenes. El día antes de su muerte, había escrito una carta al Papa en la que le aseguraba la intención de su Comunidad ecuménica de «caminar en comunión con el Santo Padre». Benedicto XVI, en el primer aniversario, dijo que “su testimonio cristiano de fe y de diálogo ecuménico ha sido una enseñanza preciosa para generaciones enteras de jóvenes (…) Pidamos al Señor que el sacrificio de su vida contribuya a consolidar el compromiso de paz y de solidaridad de cuantos están preocupados por el futuro de la humanidad» (Audiencia General agosto 2006).

Tomás Morales (+1994 con 86 años), siervo de Dios, sacerdote jesuita que fundó en 1947 el Instituto Secular de l@s “Cruzad@s de Santa María” que la Santa Sede el 7 abril 2009 aprueba como asociación privada internacional de fieles laicos. Su espiritualidad es de tronco ignaciano y sabia carmelitana. Tenía el premio extraordinario en la licenciatura en Derecho en la Universidad de Madrid y “laurea” en el doctorado en Jurisprudencia en la de Bolonia cuando ingresó en la Compañía de Jesús. Los miembros de la “milicia” están llamados a vivir el amor a la Virgen, el apostolado alma con alma, y el servicio a los demás a imitación de la Virgen en el misterio de la Visitación. Actualmente se encuentran en España, Alemania, Irlanda, Italia, México, Colombia, Perú, Chile y Camerún.

En Quebec, Canadá, en el santuario de Nuestra Señora de Etchemin se fundó en agosto de 1971 la Comunidad de la Señora de todos los pueblos, conocida como Ejército de María, que ha sido excomulgado por el Papa, a instancias del episcopado canadiense, por sus ordenaciones prohibidas de diáconos y sacerdotes. 

"Yo soy la Señora, María, Madre de todos los Pueblos" es el título con que María se presentó en Amsterdam a Isje Johanna Peerdeman ("Ida") el 11 de febrero de 1951. Las apariciones ocurrieron entre 1945 y 1959 y la vidente murió en 1996 con 90 años.

El Obispo de Harlem-Amsterdam, Mons. Bomers, y su auxiliar, Mons. Punt, autorizaron en una declaración oficial la veneración de la Virgen María con este título de “Señora de todos los pueblos”. En esa misma declaración subrayan que cada uno es libre de tener una opinión personal de los mensajes, siguiendo su propia conciencia. Al declarar sobrenaturales los acontecimientos, dijo que la aparición es una "ayuda para entender los signos de los tiempos y vivir más fielmente el Evangelio... La devoción a nuestra Señora de Todos los Pueblos puede ayudarnos, en mi sincera convicción, a guiarnos en el camino correcto durante el presente serio drama de nuestros tiempos, el camino hacia un nuevo y especial derramamiento del Espíritu Santo, el único que puede sanar las grandes heridas de nuestro tiempo". 

La Virgen dijo que "El Padre y el Hijo quieren enviar en este tiempo a María, la Señora de todos los pueblos, como Corredentora, Medianera y Abogada" (31.05.1951). "Cuando el dogma... sea proclamado, entonces la Señora de todos los Pueblos dará la verdadera paz al mundo" (31.05.1954). La oración que dictó la Virgen fue aprobada por la Congregación para la Doctrina de la Fe cuando era presidida por el cardenal Ratzinger y reza así: "Señor Jesucristo, Hijo del Padre, manda ahora tu Espíritu sobre la tierra. Haz que el Espíritu Santo habite en el corazón de todos los pueblos, para que sean preservados de la corrupción, de las calamidades y de la guerra. Que la Señora de todos los Pueblos, María Santísima, sea nuestra Abogada. Amén."