dissabte, 8 de gener del 2011

ANECDOTARIO FRANCISCANO



La fiesta de la Visitación de la Virgen María la empezaron los franciscanos en el siglo XIII y se extendió por toda Europa en 1389. El saludo de Isabel, que reconoce ser visitada por la “madre de su Señor”, se incorpora al Avemaría y lo siguen repitiendo millones y millones a diario. María correspondió con el Magníficat que también cada día se reza en la Liturgia de las Horas. 

En la Visitación María es "servicio de la caridad a domicilio", es Nuestra Señora de los servicios domésticos, del delantal puesto, de los encargos, de la cocina y de la escoba. Ella, como más tarde dirá su hijo Jesús, predicaba con los hechos que no vino a ser servida sino a servir y en casa ajena. María llevaba como un mes de embarazo e Isabel ya estaba en su 7º mes; Juan anunció la llegada de Cristo siendo sólo un embrión de 4 semanas. María era un sagrario viviente: “Llevaba a Dios en su entraña como una pre-eucaristía. ¡Ah, qué procesión del Corpus la que se inició aquel día!” (Himno de Laudes).

Este día en los jardines vaticanos se clausura el mes de María con una tradicional vigilia mariana. En 2007 Benedicto XVI dijo que “Meditando este misterio, vemos… que el corazón de María es (…) un corazón humano perfectamente introducido en el dinamismo de la Santísima Trinidad. Este movimiento es la caridad, que en María es perfecta y se convierte en modelo de la caridad de la Iglesia, como manifestación del amor trinitario (Encíclica Deus caritas est, 19)”.


Guillermo de Ockham es un franciscano inglés dotado de una aguda lógica genial. Nacido al sur de Londres, en la población de Ockham, no se sabe exactamente su fecha de nacimiento (1280 ó 95 ó 1300?) ni de su fallecimiento: desde 1349 ya no se sabe nada más de él. Era filósofo y teólogo aunque apodado Venerabilis inceptor quizá porque sólo tenía el título de bachiller o porque, siendo maestro, nunca ejerció como tal por lo discutido de sus doctrinas. Ya el Canciller de Oxford le tachó de hereje y acudió a Avignon, a ver al Papa Juan XXII, en 1323; al año siguiente la Curia le convocó ante un tribunal para examinar sus teorías.

A los tres años el Papa hizo una declaración tan benévola que el Canciller de Oxford recurrió pidiendo otros métodos más claros pero la problemática pasaría a segundo plano por el bollo que surgió en la Orden franciscana con la aparición de los "espirituales" encabezados por el mismo General de la Orden (Cesena) seguido por el propio Ockham, Bonagracia y otro; les defendía Luis de Baviera. Cesena huyó con el sello de la Orden a territorio de Baviera y Juan XXII excomulgó a los "espirituales" y depuso al General. Fue en Münich donde Ockham pasó a ser polemista. Cuando fallecen Luis, Cesena y los otros, Ockham se quedó con el sello de la Orden y como Vicario de los sediciosos. En 1348 entregó el sello y pidió la reconciliación a Clemente VI.
Ockham defendía la “docta ignorancia” y con él llegó a su auge el nominalismo: antes de él ya se daba en las escuelas, con afán de criticar todo lo anterior, tal como lo inició Duns Escoto (+1308 con 42 años) al criticar a san Agustín y sto Tomás de Aquino. Para Escoto, las pruebas tomistas de la existencia de Dios carecen de rigor científico puesto que parten de las criaturas, del efecto. A él le vale el argumento de san Anselmo. “Lo que mi entendimiento distingue, ha de tener realmente una entidad distinta”. Proponía el voluntarismo al dar primacía a la voluntad, acentuando la irreducible originalidad del individuo frente a la universalidad.
Mientras en 1328 era canonizado el Aquinate, Ockham separaba fe y razón arruinando así la Teología tomista. Era un chispazo del fideísmo que le llevó al nominalismo y al voluntarismo: pensaba y predicaba que no importa si los mandamientos de la ley de Dios son un capricho; argumentaba: yo creo en Dios y cumplo lo que me mande, sean 10 ó 12 ó 5 sus mandamientos y aunque sean irracionales.

Fray Juan de Tolosa fue el franciscano que pudo evitar la extinción de la Orden de la Inmaculada Concepción fundada por Beatriz de Silva y Meneses (+1492 con 68 años), impidiendo se fusionaran concepcionistas y dominicas. Luego el cardenal Cisneros la reavivó.
           Beatriz, nacida en Ceuta, es una de los 11 hijos de don Rui Gomes de Silva, aguerrido militar de los conquistadores portugueses de esa plaza africana, y doña Isabel Meneses, parienta del conde de Viana. Era dama de corte en Tordesillas de Juan II de Castilla, casado con Isabel de Portugal cuando se rompían lanzas para dilucidar el dogma y defender la religión. La belleza de Beatriz fue motivo de locuras ajenas y una vez en el convento toledano de santo Domingo el Real, llevó 30 años la cara cubierta con un velo. Buscó en Isabel la católica interés para su fundación, con 12 compañeras. Canonizada por Pablo VI en 1976, la Orden cuenta con 150 monasterios en Europa y América.


Fray Juan de Zumárraga fue el obispo franciscano protagonista del milagro por el que la Virgen dejó su imagen impresa en la tilma del indito mexicano Juan Diego. Ocurría en casa del obispo cuando Juan fue a llevarle la prueba que el jerarca le exigía para creer sus relatos. La Virgen se apareció en 1531 y desde aquel momento en 20 años se bautizaron unos 9 millones de indios. Cortés había conquistado ese territorio 10 años antes. La Virgen hablaba a Juanito en su propia lengua, el náhualtl. Al identificarse, María usó la palabra "coatlallope"; un sustantivo compuesto por "coatl" o sea, serpiente, la preposición "a" y "llope", aplastar; es decir, se definió como "la que aplasta la serpiente". El vocablo náhualtl sonó a los oídos de los frailes españoles como el extremeño "Guadalupe".

El santuario mexicano de Guadalupe ha sido honrado de alguna manera oficial por 24 papas. En el siglo XVIII Benedicto XIV la nombró patrona de Nueva España, desde Arizona hasta Costa Rica. En 1895 León XIII concedió su coronación y san Pío X en 1904 elevó el santuario a la categoría de Basílica y luego en 1910 la nombró patrona de toda América Latina. En 1945 Pío XII la nombró Emperatriz de América. Juan Pablo II lo visitó 4 veces entre 1979 y 2002; en la 3ª extendió la fiesta a todo el continente y le confió a Ella el destino y la evangelización de todos esos pueblos americanos. Se estima que cada año es visitado por 10 millones de personas.

Los franciscanos tienen encomendado el santuario extremeño de Nuestra Señora de Guadalupe, que fue restaurado en 1908. La patrona de Extremadura es una imagen donada en el 580 por el papa Gregorio Magno a san Isidoro de Sevilla, que estuvo escondida en la provincia de Cáceres y perdida por 600 años hasta que –buscando una vaca perdida- la encontró un pastor, Gil Cordero, en la ribera del río Guadalupe, en un robledal bravío, bueno para la caza de osos. Es una talla de madera oriental, muy diferente a la imagen mejicana de Tepeyac. En 1389 llegó una comunidad de 31 jerónimos –con el padre Yáñez, cofundador de la nueva Orden- para hacerse cargo del santuario. Allí Isabel de Castilla pidió oraciones antes de conquistar Granada y allí, el 20 julio 1488, se firmó el permiso para que Colón fuera a descubrir el nuevo mundo. Alfonso XIII le ciñó la corona y quedó escrito lo que puede ahora leerse: Regina Hispaniarum, ora pro nobis (Reina de las Españas, ruega por nosotros).

Enrique de Ossó y Cervelló (+1896 con 56 años) murió en el convento franciscano de Gilet, cerca de Sagunto. Era sacerdote tortosino fundador de cinco asociaciones para hombres, mujeres y niños y de la Compañía de Santa Teresa de Jesús (teresianas) para la educación de la juventud. Canonizado en Madrid por en 1993.

San Juan Bosco y el beato Juan XXIII (Angelo Roncalli) eran terciarios franciscanos.

Segismundo Gorazdowski (+1920 con 75 años) era llamado el "apóstol de la misericordia de Dios". Polaco de familia noble, celoso sacerdote que creó la asociación sacerdotal “Bonus Pastor” y muchas obras de beneficencia para pobres y marginados. Con las iniciales colaboradoras terciarias franciscanas fundó la Congregación de las “Hermanas de san José”. Beato en 2001, lo canonizó Benedicto XVI en 2005 quien destacó su piedad en la celebración y adoración eucarísticas.

En julio 2009 la Santa Sede redujo al estado laical al sacerdote franciscano Tomislav Vlasic que se nombró director espiritual de los videntes de la aldea de Medjugorje en Bosnia-Herzogovina, en la parroquia de Santiago; anteriormente había sido retirado de su Orden según dijo su Ministro General, P. Rodríguez Carballo. El P. Tomislav, vicario parroquial, fundó la Asociación “Reina de la paz”, la advocación de la Gospa (la Virgen) en esa localidad, pero se le apartó de la Asociación por razones personales que explicó el obispo de Mostar, sede de la diócesis de Medjugorje.
       Todavía no ha sido aprobada oficialmente por la Iglesia, pero el Vaticano en 1998 dijo que no tenía nada en contra y no prohibía peregrinaciones en privado. En noviembre de 2009 repitió lo mismo el Cardenal Puljic y se espera que la Santa Sede dé indicaciones; hay una comisión que estudia los fenómenos de las más de 30 mil apariciones y mensajes correspondientes. Va mucha gente a rezar, han salido muchas vocaciones sacerdotales y religiosas: rezar no es pecado.
      La declaración vaticana no significa un juicio sobre los acontecimientos. Se dice que la Virgen se aparece desde el 24 de junio de 1981 a seis jóvenes (Vicka, Marija, Ivan y Jacob a diario hasta el 98; a Mirjana e Ivanka hasta el 85). Hoy son muchos los peregrinos que acuden a rezar (en 15 años más de 20 millones) y son largas las colas de gentes para confesarse. El libro “Saludo y bendigo” editado en Polonia recoge cien cartas del papa Wojtyla a su amigo el poeta Marek Skwarnicki quien le ayudó a escribir “Tríptico Romano”. Allí varias veces Juan Pablo II le dice que cada día está espiritualmente unido a los que rezan en Medjugorje. A muchos cardenales y obispos les pedía que rezaran por él allí cuando le comentaban que iban a ese santuario mariano. Hay cientos de “Centros María Reina de la Paz” por el mundo, nacidos con peregrinos después de regresar de allí. Se dice que la Virgen dijo que era la última vez que se aparecerá en la tierra y dicen que hay 10 secretos sobre el fin del mundo que se revelarán en su momento. El 25 de cada mes la Virgen se aparece y en 25.XII.2005, con el Niño Jesús en brazos, el Príncipe de la paz, ha vuelto a insistir en ser sembradores de paz en este mundo sin paz.

Ricardo (+1253 con 56 años), hijo de los señores del lugar, estudió Derecho en Oxford, París y Bolonia en donde fue catedrático. Renunció a ello y al matrimonio y volvió a su tierra para hacerse sacerdote. Fue Canciller de la Universidad de Oxford (1235) donde colaboró con san Edmundo, arzobispo de Cantorbery; luego fue obispo de Chichester (1245), oponiéndose al rey Enrique III que se apoderaba de los beneficios eclesiásticos vacantes. Frente a tanto obispo medieval comilón, arrogante, cortesano, amigo del lujo, Ricardo será humilde y austero, sencillo y bondadoso con la delicadeza franciscana. Murió mientras predicaba la cruzada.

Sancha de Portugal (+1229), beata, es hija del rey Sancho I de Portugal y hermana de las beatas Teresa y Mafalda. No quiso casarse, se retiró a Jerabrica donde acogió a los primeros franciscanos y luego fundó el monasterio de Cellis donde murió santamente.

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