divendres, 10 de desembre del 2010

LOS DOMINICOS (2)

Dominicos ilustres

El número de santos y beatos de la Orden es de varios centenares.

Telmo (+1246 con 56 años) es beato. Pedro González Telmo fue apóstol de Galicia y de los hombres del mar. Era canónigo y dean en Palencia, su ciudad natal, donde su tío era el obispo. Luego dejó las vanidades mundanas para hacerse fraile dominico cuando un día el caballo le desmontó y cayó con sus lujosas vestiduras en el lodazal. Su predicación era fuego. Estuvo 3 años de capellán de las tropas del rey san Fernando por el sur andaluz. Al final vivió y murió en Tuy. Desde su fallecimiento, sus prodigios se fueron multiplicando.


Zdislava de Lemberk (+1252 con 30 años). Esposa de Havel, señor del castillo bohemio de Lemberk y madre de 4 hijos, nació cerca de Moravia. Hija de Pribyslav de Krizanov, conde de Brno (procurador del rey Wenceslao en Moravia), y de Sibilla, una noble siciliana, venida a Bohemia como dama de corte de Cunegonda. Madre enteramente dedicada a su familia, si distinguió por la caridad hacia los niños. En contacto con los dominicos –recién llegados a Bohemia- colaboró con su marido en fundar 2 conventos y se hizo terciaria dominica. Su culto fue aprobado por san Pío X en 1907 y Juan Pablo II la canonizó en 1995 en Olomouc (Rep Checa).

Jacinto (+1257), Jacko (Santiago), natural de Silesia, era vicario general de Cracovia y en Roma conoció a los OP. El propio sto Domingo le envió a Polonia para establecer allí la Orden y cristianizar a los prusianos, aún paganos mientras actuaban los caballeros teutónicos por encargo del Papa. Evangelizó Dinamarca, Suecia, Noruega y Escocia, resonando su palabra por Rusia y llegando hasta el Mar Muerto. Canonizado por Clemente VIII en 1594.

Gonzalo de Amarante (+1259 con 70 años) beato, portugués y obispo-abad que se fue 8 años de peregrinación a Tierra Santa. A la vuelta, el nuevo abad, su sobrino, había dejado de ser pastor y era lobo. Gonzalo se retiró a una ermita. Luego se hizo dominico pero al final de su vida pidió permiso para vivir otra vez en una ermita, donde era visitado por multitud de personas que, atraídas por su fama de santidad, acudían a pedir su intercesión y sus consejos. Tuvo muchas apariciones de la Virgen y en sus manos falleció. Se le tiene por patrono de los que buscan buen cónyuge; hay muchas historias sobre los bailes y fiestas que organizaba para que las mujeres encontraran marido.

Margarita (+1270 con 28 años), húngara, hija del rey Bela IV y María de Lascaris, al nacer fue ofrecida a Dios por sus padres pidiendo la liberación de Hungría de las huestes tártaras que la asolaban. Profesó como dominica y con 20 años se trasladó con otras al monasterio recién construido por su padre en la isla del Danubio. Hermana de las santas Yolanda y Cunegunda, fue canonizada por Pío XII en 1943.

Bartolomé de Bregantia (+1270), dominico y obispo de Vicenza, fundó en su ciudad la Milicia de Jesucristo para defender la fe y la libertad de la Iglesia.


Tomás de Aquino (+1274 con 49 años). Napolitano, el último varón de 12 hijos de los condes de Aquino. Alto, grande, grueso, distinguido en el porte y de sensibilidad exquisita, tuvo que vencer muchos impedimentos familiares, incluso el secuestro, para poder ser fraile dominico. Embebido en los estudios, no participaba en recreos ni discusiones. Por ello lo llamaban "el buey mudo". " -dijo su maestro san Alberto Magno- pero sus mugidos resonarán en todo el mundo". Profesor en la Universidad de París a los 27 años, y predicador de la Curia pontificia de Agnani, Orvieto y Viterbo. Firme en el rechazo de una abadía mitrada. 

Autor de la síntesis jamás lograda hasta hoy entre fe y razón, entre Filosofía y Teología. Con su Metafísica aristotélica y la teoría de “las causas segundas”, puso las bases intelectuales de la verdadera secularización o modo correcto de sacar adelante este mundo, venciendo las tentaciones del laicismo y del clericalismo. El Papa le encargó componer los textos de la Misa para la fiesta del Corpus Christi y es el autor de los himnos eucarísticos Adoro te devote, Pange lengua y Tantum ergo. Sabía la Biblia de memoria pero su mejor catecismo era el crucifijo. Celebrando Misa el día de san Nicolás, tuvo una experiencia mística y manifestó que toda su ingente y magnífica tarea intelectual era “paja”. Murió “repentinamente” camino del concilio de Lyón.

"Con sabiduría futurista, Santo Tomás de Aquino logró instaurar una relación fructífera con pensamiento árabe y hebreo de su tiempo, al punto de ser considerado un maestro siempre actual de dialogo con otras culturas y religiones (…) supo presentar aquella admirable síntesis cristiana entre razón y fe que para la civilización occidental representa un patrimonio precioso, al cual hay que referirse aún hoy para dialogar eficazmente con las grandes tradiciones culturales y religiosas del este y del sur del mundo" (Benedicto XVI, ángelus 28-I-07). “Juan Pablo II, en su encíclica Fides et ratio recordó que santo Tomás “ha sido siempre propuesto por la Iglesia como maestro de pensamiento y modelo del modo recto de hacer teología” (n. 43). No sorprende que, después de san Agustín, entre los escritores eclesiásticos mencionados en el Catecismo de la Iglesia Católica, santo Tomás sea citado más que ningún otro, ¡hasta sesenta y una veces!” (Audiencia General 100602). 

Otra vez el Papa glosó al Aquinate para subrayar que demostró la autonomía de la razón humana y aportó el separar la Filosofía de la Teología cuando los teólogos hacían Teología con la fe y desde la fe aunque la llamaban “filosofía nuestra” usando conceptos platónicos. El Aquinate parte de Aristóteles que sin fe ni revelación, llegó a Dios y al conocimiento de la ley moral natural y demostró que la razón acoge la verdad en virtud de su evidencia intrínseca mediata o inmediata. Afirmó Benedicto XVI que la Gracia divina “acompaña, sostiene y empuja el compromiso ético, pero, de por sí, según santo Tomás, todos los hombres, creyentes y no creyentes, están llamados a reconocer las exigencias de la naturaleza humana expresadas en la ley natural y a inspirase en ella en la formulación de las leyes positivas, es decir, las que emanan las autoridades civiles y políticas para regular la convivencia humana” (Audiencia General 100616). En la 3ª catequesis de los miércoles a él dedicada recordó que enseña que la fe en Dios es razonable (Audiencia General 100623).


Raimundo de Peñafort (+1275 con 99 años). De Vilafranca del Penedés, estudió y ejerció el Derecho en Bolonia. Dominico cuando hacía 2 años que había muerto santo Domingo, fue encargado de organizar la predicación de la cruzada en Mallorca y la Inquisición. Colaboró con san Pedro Nolasco en la fundación de los “mercedarios”. Influyente en la vida política, religiosa y científica de su tiempo, confesor del papa Gregorio IX y de Jaime I, dejó su huella en la Cortes Generales de la Corona de Aragón. Se dedicó al apostolado con judíos y musulmanes, llegó a Maestro General de su Orden en 1238, el tercero, cargo del que renunció así como el de obispo; reconocía que no servía para mandar sino para escribir. Por encargo del Papa recogió en el llamado “Decretales” todos los decretos habidos hasta ese momento de pontífices y concilios por lo que se le tiene por Patrono de los canonistas. Pidió a santo Tomás de Aquino que escribiera la Suma contra gentiles para la defensa de la fe entre los no cristianos. Canonizado en 1601 por Clemente VIII.


Alberto Magno (+1280 con 74 años). Hijo de familia noble de Baviera, su padre era gobernador; tuvo una juventud despreocupada y dedicada a la caza a orillas del Danubio. Él mismo cuenta que no le gustaba estudiar y un día que quería escaparse del colegio, se le apareció la Virgen como “trono de Sabiduría”. A los 20 años se convirtió en Padua oyendo predicar al Superior General de los dominicos, el beato Jordán de Sajonia, sucesor de santo Domingo. Ya fraile, se dedicó a la enseñanza universitaria; tuvo a santo Tomás de Aquino como discípulo en París y se lo llevó a Colonia. Como sus clases se llenaban, tuvo que darlas en la plaza pública, hoy llamada aún “plaza Maubert” de Magnus Albert. 

Era geógrafo, astrónomo, físico, químico y teólogo y supo compaginar la armonía entre la Ciencia y la Fe, convencido de que todo el cosmos es obra de Dios y cualquier criatura, por insignificante que sea, esconde la sabiduría, el poder y la bondad divinas. El Papa le nombró Arzobispo de Ratisbona pero renunció a los 2 años para seguir en la enseñanza. A sus 70 años, se enteró que en la universidad de París, en acto póstumo, a impulso del obispo Esteban Tempier, se iban a condenar las tesis tomistas y a quemar sus obras, y emprendió el largo viaje para defender la memoria de su discípulo y servir a la verdad. Ya anteriormente, cuando algunos condiscípulos se burlaban del Aquinate llamándole “el buey mudo”, Alberto le defendía diciendo: “sí, pero sus mugidos conmoverán al mundo”. Estaba dando unos retoques a un tratado sobre el Stmo Sacramento y mientras conversaba con sus hermanos, murió sin más. No es hasta 1931 cuando Pío XI lo declaró Doctor de la Iglesia lo que equivalía a su canonización que se dilataba desde su beatificación en 1622. 

Benedicto XVI (Audiencia General 100324) glosó su figura subrayando que enseñó la armonía entre la ciencia y la fe, aunque alguna vez en la historia se han dado desencuentros, y por su apertura de mente, inició la acogida del pensamiento de Aristóteles, filosofía pagana pre-cristiana, lo cual fue una auténtica revolución. Patrono de las Ciencias Naturales, industrias químicas, droguerías, plásticos, etc.

Ambrosio de Siena (+1287), beato, dominico; Ambrosio Sansedoni, discípulo de san Alberto Magno, es el hombre más feo y contrahecho del mundo pero arrastraba multitudes.

Benedicto XI (+1304), beato, fue papa 8 meses y murió envenenado. Su madre era lavandera del convento dominico de Treviso. Era fraile dominico que fue Provincial de Lombardía y Maestro general cuando era Papa Bonifacio VIII que le hizo cardenal en agradecimiento a lograr una tregua entre Felipe IV el Hermoso y Eduardo I de Inglaterra. Una vez Papa, se dice que se negaba a recibir a su madre si no iba vestida con la pobre ropa de siempre.

Inés de Montepulciano (+1317 con 49 años). Es la santa que quiso imitar sta Catalina de Siena que fue a Montepulcino a visitar los restos de Inés, que hacía 30 años que había fallecido y estaba incorrupta. Fue monja dominica desde los 9 años y con 15 más acompañó a la superiora, enviada a fundar el convento de Proceno.


Catalina de Siena (+1380 con 33 años). Hija de un tintorero, Giacomo Benincasa y de Lapa de Pucio, la penúltima de 25 hermanos. Es una mujer virgen y penitente que logró el retorno del Papa a Roma tras el destierro de Avignon. Aprendió a leer a los 30 años. Cuando la Iglesia estaba metida en política hasta las cejas, ella es una de las mujeres de vida más intensa, promotora de la paz; con fervor por la actuación pública sin disminuir la intensidad de sus éxtasis ni el rigor de su ascética. Nombrada Doctora de la Iglesia por Pablo VI en 1970, Juan Pablo II la nombró en 1999 Patrona de Europa con Brígida de Suecia y Edith Stein para que no fueran sólo hombres (san Benito y ss Cirilo y Metodio). Es Patrona de Italia con san Fco de Asís. 

Glosada por Benedicto XVI (Audiencia General 101124) que recordó que “el siglo en que vivió – el decimocuarto – fue una época difícil para la vida de la Iglesia y para todo el tejido social en Italia y en Europa. Cuando la fama de su santidad se difundió, fue protagonista de una intensa actividad de consejo espiritual hacia toda categoría de personas: nobles y hombres políticos, artistas y gente del pueblo, personas consagradas, eclesiásticos, incluido el papa Gregorio XI, que en aquel periodo residía en Aviñón y a quien Catalina exhortó enérgica y eficazmente a volver a Roma. Viajó mucho para solicitar la reforma interior de la Iglesia y para favorecer la paz entre los Estados: también por este motivo el Venerable Juan Pablo II la quiso declarar Copatrona de Europa: para que el Viejo Continente no olvide nunca las raíces cristianas que están en la base de su camino y siga tomando del Evangelio los valores fundamentales que aseguran la justicia y la concordia”.


Vicente Ferrer (+1419 con 69 años). Dominico apóstol por Europa después de 10 años enseñando teología en Valencia. En 1378 tomó partido por el papa Clemente VII contra Urbano VI, los dos contendientes por el trono de san Pedro en el llamado Cisma de Occidente. Defendió al sucesor de Clemente, Benedicto XIII (el papa Luna) que le tuvo en Avignon 4 años como consejero y confesor. En 1398 se retiró al silencio del convento dominico en Avignon donde se le apareció Jesucristo con santo Domingo y san Francisco, encomendándole la misión de predicar el Evangelio por todo el mundo y el 22 de noviembre del 99 salió a recorrer los caminos, pueblos y ciudades europeas. Dicen que convirtió a más de 10.000 judíos y una cantidad parecida de musulmanes. 

Intentó convencer a Benedicto XIII y a sus cardenales que depusieran su actitud. En 1412 participó activamente en el evento político del Compromiso de Caspe. Solía predicar sermones de 2 ó 3 horas en días laborales y se preparaba con 5 o más horas de oración. Fustigador de las costumbres, la gente le llamaba el “ángel del Apocalipsis” pues acostumbraba amenazar con flagelos y tribulaciones e insistía sobre todo en la severidad del juicio de Dios. Murió un miércoles de ceniza.

Juan Dominici (+1420 con 70 años) beato. Hay una breve biografía escrita por san Antonino, Arzobispo de Florencia, así como un retrato pintado del famoso fray Angélico, en los muros de la catedral de San Marcos. Este florentino de origen humilde, fue dominico pese a cierta oposición por su falta de educación y su tendencia a tartamudear. Se convirtió en poco tiempo en uno de los mejores teólogos de su época y en un predicador elocuente. Después de terminar sus estudios en la Universidad de París, dedicó 12 años a la enseñanza y la predicación en Venecia. Fundó nuevas casas para monjes y estableció un convento para monjas dominicas, llamado Corpus Christi. En 1406, asistió al cónclave que eligió a Gregorio XII. Después fue el confesor y consejero del Pontífice y éste, le consagró Arzobispo de Ragusa y Cardenal. Legado pontificio en Bohemia y Hungría para contener a los husitas, murió en Buda, Hungría. Su culto fue confirmado en 1832.

Álvaro de Córdoba (+1430 con 70 años) beato. Hijo del primer Maestre de la Orden de Alcántara. Dominico, condiscípulo de san Vicente Ferrer, profesor en Salamanca que, en el momento de las tres tiaras en Avignon y de la corrupción de las costumbres, quiso la reforma y abrió un profundo surco cristiano en el alma andaluza. Enamorado de la Pasión de Cristo -la que le llevó a Tierra Santa- plantó pasos que recuerdan la Pasión de Jesús en la sierra de Córdoba desde Getsemaní hasta la cruz del Gólgota. Luego, el holandés Adricomio y el P. Daza dieron la forma y fijaron en catorce las estaciones al primer Via Crucis que Leonardo de Porto Mauricio popularizaría más adelante también en Italia, importándolo de España. Con permiso del papa Martín V hizo la reforma de su Orden con seis conventos; en 1423 fundó en la serranía cordobesa el convento Escalaceli.

Juan de Fiésole (+1455) beato, dominico conocido como fray “angélico” que expresaba con la pintura lo que contemplaba interiormente.


Antonino Pierozzi (+1459 con 70 años) era dominico presente en el concilio de Florencia como teólogo cuando el papa Eugenio IV le nombró arzobispo de Florencia y le llamó para asistirle en el lecho de muerte. Antonio Pierozzi era apodado Antolín o Antonino por su baja estatura. Era condiscípulo de fray “angélico”. Aplicó la reforma promovida por Catalina de Siena y el beato Raimundo de Capua. Del 36 al 44 fue prior del Convento florentino de san Marcos construido por Cósimo de Médici que es un museo, una obra cautivadora del beato fray “angélico” de Fiésole.


Margarita de Saboya (+1464 con 82 años) beata, hija del príncipe Amadeo, casada con Teodoro II Paleólogo, gobernador de Ginebra, viuda con dos hijos y terciaria dominica, cuidó con amor de sus hijastros. Procuró convencer al antipapa Félix V de que renunciara. Era conocida de san Vicente Ferrer.

Cristóbal (+1484) es dominico milanés que fundó el convento de Taggia. Dejó muchos escritos.



Pío V (+1572 con 68 años). Sus padres eran muy pobres y hasta los 14 años tuvo que ser pastor de ovejas. Dominico, Comisario General de la Inquisición romana (1551), obispo de Nepi y Sutri (1556), Inquisidor General y Cardenal (1558). En 1565 fue elegido Papa contra su voluntad a propuesta de san Carlos Borromeo para sustituir a Pío IV. Institucionalizó que el Papa vista de blanco y que el dinero que hasta entonces se gastaba en el banquete para embajadores y jefes políticos y militares, se destinara a los pobres. Para impulsar las directrices de Trento, editó el Catecismo romano, el Misal romano y el Breviario. La rígida disciplina que impuso a la Iglesia fue también norma constante de su vida. Vivía el ideal ascético del fraile mendicante. Hombre de oración, ayunos, austeridad monástica y con preferente dedicación a los pobres. Se decía que quería convertir Roma en un monasterio. 

No descuidó los intereses materiales, abasteció Roma de agua potable, favoreció la industria y hasta mantuvo las carreras de caballo. Era flaco, calvo, de barba blanca y bastante pálido pero enérgico y no siempre acertado en asuntos políticos, se enfrentó a Felipe II, excomulgó a Isabel de Inglaterra (a María Estuardo le envió 20.000 escudos de oro para financiar su guerra contra ella) y logró formar la “santa alianza” con España y Venecia y una gran armada para librar la batalla de Lepanto contra el Islam, ya que desde Turquía venían arrasando pueblos y ciudades y decían que convertirían la Basílica de san Pedro en establo de sus caballos. Los mahometanos los esperaban con 60 barcos grandes de guerra, 220 barcos medianos, 750 cañones, 34 mil soldados especializados, 13 mil marineros y 43 mil esclavos que iban remando. Los católicos del ejército del Papa, dirigido por don Juan de Austria (hermanastro del rey de España), eran muy inferiores en número. En pocas horas, quedaron prisioneros 10 mil mahometanos; fueron hundidos 111 barcos y 117 quedaron en poder de los vencedores. 12 mil esclavos quedaron libres.


Luis Beltrán (+1581 con 56 años). De familia valenciana, noble y piadosa, su padre Juan Luis era notario; al quedar viudo quiso ingresar en la cartuja de Porta Coeli pero en el camino se le apareció san Vicent F y san Bruno y le dijeron que Dios le quería en el mundo; regresó a Valencia y se casó con Juana Ángela Eixarch, hija de Juan, rico mercader. Luis, a los 21 años fue ordenado sacerdote por santo Tomás de Villanueva. Con otros 30 compañeros, fue 7 años misionero en Nueva Granada (Colombia), donde bautizó a millares de indios y trabajó por el reconocimiento de su dignidad humana. Los indios le querían y le entendían pues aprendió pronto sus lenguas, sin embargo no pudo evitar enemigos por fustigar la rapacidad de los encomenderos; dos veces le envenenaron y en otras cuatro estuvieron a punto de acabar con él. Volvió a Valencia, fue prior de un convento y acudían a consultarle sta Teresa de Jesús y san Juan de Ribera. Patrono de Colombia. Canonizado en 1671.


Catalina de Ricci (+1590 con 68 años). A los 10 años entró en el monasterio de Prato, Toscana, en el que estaba su tía Luisa Ricci. Enseguida de hacer sus votos a los 15 años estuvo muy enferma a punto de morir y siempre así llevándolo con humildad y paciencia, identificada con Cristo crucificado. Tuvo muchas revelaciones y visiones; era estigmatizada e iban a consultarla papas, cardenales, etc.


Rosa de Lima (+1617 con 31 años). Hija de Gaspar de Flores y María de Oliva, recibió la Confirmación con san Toribio de Mogrovejo y a los 24 años se hizo terciaria dominica porque en la ciudad no había ningún convento de dominicas. Se le puso el nombre de Isabel pero su cara sonrosada hizo que su madre la llamara Rosa, nombre con el que fue confirmada. Ya en su infancia, a los 5 años había hecho voto de virginidad. Quería ser agustina pero la Virgen le indicó que no y una mariposa blanca y negra que a diario aparecía en casa le hizo entender que debía ser dominica. Desde entonces su patrona y modelo fue Catalina de Siena. Vivió en un chamizo hecho en el jardín de su casa pero recibió un funeral de primera con todas las autoridades civiles y eclesiásticas de Lima. Canonizada en 1671. Patrona de América Latina y Filipinas.


Martín de Porres (+1639 con 60 años), de Lima, mulato hijo de Juan Porres, noble caballero español, alto funcionario de la corona, y Ana Velásquez, liberta negra panameña, simpático lego dominico conocido como fray escoba. Era barbero y entró en el convento al principio como lego terciario (donado) pues las leyes le impedían ser fraile por su color y su raza. Se le atribuye el don de la bilocación pues curaba en distintos sitios a diversos enfermos a la vez; fue visto en China y en Japón animando a los misioneros. No tenía llave del convento pero entraba al volver de atender enfermos a cualquier hora, ya cerrada la puerta. Canonizado por Juan XXIII en 1962, quien destacó su humildad por la que hasta los superiores acudían a consultarle. Patrono de la justicia social.

Juan Macías (+1645 con 60 años) Nació en Rivera de Fresno, en Extremadura. De niño fue pastor y luego con un mercader viajó al interior del Reino de Nueva Granada, para llegar finalmente al Perú donde se instalaría por el resto de su vida. Al descubrir su vocación a la vida religiosa, se hizo hermano lego en el convento dominico de Santa María Magdalena. Ocupó el cargo de portero y este fue el lugar de su santificación. El portón del monasterio era el centro de reunión de los mendigos, los enfermos y los desamparados de toda Lima que acudían buscando consuelo. El propio Virrey y la nobleza de Lima acudían a él en busca de consejos. Fue canonizado en 1975 por Pablo VI.


Francisco Coll i Guitart (+1875 con 63 años) dominico que fue injustamente exclaustrado 40 años por la ley civil de 1835 pero siguió fiel a su vocación. Último de once hermanos de una familia sencilla de un pueblo de Girona, de la diócesis de Vic. Trabajó con san Antonio Mª Claret, fue apóstol del rosario. Ciego y apopléjico durante 5 años; murió el 2 de abril. Su fundación de las Hermanas Dominicas de la Anunciación de la Beata Virgen María está dedicada a la enseñanza y a la promoción de la mujer. Canonizado en 2009, Benedicto XVI recordó que “su pasión fue predicar con el fin de anunciar y reavivar en los pueblos y ciudades de Cataluña la Palabra de Dios, ayudando así a la gente al encuentro profundo con Él. Un encuentro que lleva a la conversión del corazón, a recibir con gozo la gracia divina y a mantener un diálogo constante con Nuestro Señor mediante la oración".


Bartolomé Longo (+1926 con 85 años), beatificado en 1980, es apóstol del rosario. Benedicto XV le llamaba “el futuro santo con pantalones”. Era licenciado en Derecho por la universidad de Nápoles, y en el 35 ó 36 su fe sufrió una fuerte prueba al ser sacudido por las sectas espiritistas del momento. En octubre del 72 tuvo su Damasco en Pompeya y luego, ya terciario dominico, realizó su labor apostólica creando la Cofradía del Rosario y el santuario mariano dedicado a esta advocación. León XIII aceptó poner el santuario bajo su inmediata jurisdicción y encargó a Bartolomé y a su esposa su administración.

Agustín Kazotic (+1323 con 63 años), beato dominico dálmata, fue 14 años obispo de Zagreb. Enviado a Hungría, allí conoció al legado pontificio Nicolás Cardenal Boccasini que luego sería el Papa Benedicto XI. Acudió al concilio de Vienne (1311-12) y acabó en la sede de Lucera en el Benevento. Su culto fue confirmado en 1702.

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