Barnabitas
Somascos
Padres de la Madre de Dios
Caracciolis o Clérigos regulares menores
Camilos
Escolapios
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La llamada Contrareforma que promovió el concilio de Trento ante la Reforma de Lutero y otros líderes cristianos centroeuropeos, se encontró con nuevas órdenes religiosas diferentes a las del primer milenio y basadas en la clerecía. En un siglo (entre 1524 y 1617) salieron a la luz nuevas fuerzas para la renovación de la Iglesia. La experiencia de clérigos regulares venía de antiguo pero fue con los teatinos que se acuñó jurídicamente este nombre. En principio no se pretendía fundar nuevas órdenes pues el concilio lateranense IV lo había prohibido. Se quería únicamente crear comunidades de vida apostólica al estilo de los doce apóstoles.
Antes del concilio de Trento aparecieron los teatinos, los barnabitas, los jesuitas (tienen una página propia) y los somascos. Después de Trento vinieron los camilos, los caracciolis, los padres de la Madre de Dios y, por último, los escolapios.
Jurídicamente no tienen “regla” sino Constituciones, no se atan al servicio coral para poder dedicarse al apostolado, viven en casas y no en monasterios o conventos, y el hábito es el habitual del clero.
Teatinos
La Congregación de Clérigos Regulares teatinos (CR) fue fundada por el sacerdote Cayetano de Thiene (+1547 con 67 años). Italiano, hijo del conde de Thiene y María del Porto, también de la nobleza de Vicenza (Venecia), se doctoró en Derecho en Padua y fue pronotario apostólico del papa Julio II. Pacífico veneciano que con 33 años se ordenó sacerdote, pese a su oposición pero aceptado por humildad, dedicado a revitalizar la vida cristiana con sus fundaciones para los laicos. Entre ellas lo que serán los Montes de Piedad, especie de bancos para pobres cobrando un mínimo interés. Conoció los esplendores y miserias del papa guerrero Julio II, al mecenas de las artes y débil León X, y al ambicioso e intransigente Pablo IV. Pertenecía al Oratorio del Amor Divino para sacerdotes y laicos. Eran tiempos de la protesta de Lutero y fundó en 1523 la Orden con su amigo Bonifacio de’Colli (+1557) y con el obispo de Chieti (Theates), cardenal Juan Pedro Carafa (+1559 con 83 años), fogoso napolitano, primer superior de la Orden y luego papa Pablo IV.
Viven la profesión de los tres votos religiosos y una “regla” común pensando que la espiritualidad monástica es lo mejor para la santidad sacerdotal. El Breviario romano que aprobó Pío V aplicando el concilio de Trento era el redactado y experimentado por los teatinos. No se ataron rígidamente al servicio del coro como los Canónigos Regulares y los mendicantes pues prevalecía el apostolado al coro. Desde el principio tomaron una postura netamente ofensiva contra la herejía.
Andrés Avellino (+1608 con 80 años) era teatino de tal sabiduría que san Carlos Borromeo lo reclamó a Milán donde estuvo una temporada. De pila se llamaba Lanceloto. Logró, con paciencia y no sin muchas dificultades, la reforma en Italia de conventos y de muchos cristianos corrientes, pecadores sumidos en todo tipo de abusos. Murió de un ataque de apoplejía cuando iba a empezar la Misa. Al preparar el féretro brotó mucha sangre suya de algún pequeño corte; 4 años después, cada año en esta fecha de su dies natalis aparece hirviendo.
Giuseppe Maria Tomasi (+1713 con 64 años). Príncipe de Lampedusa y duque de Palma de Montechiaro, fue teatino, cardenal y obispo. Se le consideraba como un nuevo san Carlos Borromeo por su ardiente deseo de la renovación del culto divino y su afán catequético para niños. Beatificado por Pío VII en 1803, fue canonizado por Juan Pablo II en 1986.
Barnabitas
La Congregación de Clérigos Regulares de san Pablo o barnabitas (B) fue fundada en Milán por el sacerdote Antonio Mª Zaccaría (+1539 con 37 años), con dos sacerdotes más, Bartolomé Ferrari y Jacobo Morigia. Puso la Congregación bajo la advocación de san Pablo pues le entusiasmaba el apóstol de las gentes, y son conocidos como “barnabitas” porque nacieron en la iglesia de san Bernabé. Aprobada en el 33, tenía la finalidad de la atención de los pobres. También con Luisa Torelli fundó las “angelicales”, la rama femenina y tienen además un grupo laical. De ellas se sirvió san Carlos Borromeo para reformar los monasterios de su diócesis.
Se hizo médico con 22 años en Padua para poder así atender a los pobres y tener ocasión para instruirlos en la doctrina pero fue despertando su vocación sacerdotal para dedicarse en directo a los demás. A los 26 años se hizo sacerdote en tiempos de Lutero y san Ignacio. Su amor a la Pasión y a la Eucaristía le hizo inventar las “Cuarenta Horas” (3 días cada año en cada templo) y el contemplar la pasión cada viernes al toque de las tres de la tarde. Murió en brazos de su madre. Lo canonizó León XIII en 1890.
Alejandro Mª Sauli (+1592 con 57 años) era un sacerdote tan buen predicador que san Carlos Borromeo le invitó una cuaresma a predicar en la catedral de Milán a la que asistía con el futuro papa Gregorio XIV; ambos se emocionaban al escucharle. Obispo de Aleria y Pavía, evangelizó la diócesis de Sauli en la isla de Córcega. Era amigo de san Felipe Neri.
Fco Javier Mª Bianchi (+1815 con 82 años) estudió derecho en Nápoles y allí vivió una vez ingresado en los barnabitas. A los 14 años recibió la tonsura pero su padre se oponía a que fuera religioso. Aprovechando una estancia de san Alfonso Mª de Ligorio en una misión, le pidió consejo y le confirmó en su vocación. Por sus cualidades, sus superiores confiaron enseguida en él haciéndole director de dos colegios y dejándole confesar siendo muy joven, y eso era cosa muy rara en Italia. Fue canonizado por Pío XII.
Somascos
La Orden de los padres somascos (CRS) fue fundada por el sacerdote Jerónimo Emiliani (+1537 con 56 años). Era noble veneciano, militar, pendenciero y libertino pero una vez converso, fue sacerdote y apóstol de los niños pobres, huérfanos y abandonados tras la epidemia de cólera de 1531. Son tiempos en que el Espíritu Santo mueve a muchos apóstoles: santa Catalina de Génova, san Cayetano, san Camilo de Lelis, san Bernardino de Feltre, san Felipe Neri, san José Calasanz, y santa Ángela de Merici. Un verdadero "ejército" de apóstoles de la caridad. A ellos se unió san Jerónimo. Patrono de los huérfanos y de la infancia abandonada.
Su fundación fue en la ciudad de Somasca y de ahí el nombre por el que se les conoce. Era una Compañía como las innumerables compañías religiosas, militares y civiles que existían. Hoy son unos 500 padres en 75 casas en el mundo.
Benedicto XVI escribió al Prepósito general con motivo del año jubilar en el 5º centenario de la liberación de Jerónimo de la cárcel, y Francisco (marzo 2017) recibió a los participantes en el Capítulo General y les dijo: "Los aliento a permanecer fieles a la inspiración originaria y a ponerse 'en salida' para ir hacia la humanidad herida y descartada”. "No tengan miedo de ‘dejar los odres viejos' afrontando la transformación de las estructuras, en donde resulte útil, para un servicio más evangélico y coherente con el carisma original".
Benedicto XVI escribió al Prepósito general con motivo del año jubilar en el 5º centenario de la liberación de Jerónimo de la cárcel, y Francisco (marzo 2017) recibió a los participantes en el Capítulo General y les dijo: "Los aliento a permanecer fieles a la inspiración originaria y a ponerse 'en salida' para ir hacia la humanidad herida y descartada”. "No tengan miedo de ‘dejar los odres viejos' afrontando la transformación de las estructuras, en donde resulte útil, para un servicio más evangélico y coherente con el carisma original".
Juan Bta Frasinello se hizo somasco de acuerdo con su esposa Benita Cambiagio Frasinello (+1858 con 57 años); a los dos años de casados, ante el obispo, el matrimonio hizo voto de castidad. Ella ingresó en las ursulinas de Capriolo sólo un año por razones de salud. Fue curada prodigiosamente por Jerónimo Emiliani y tras diversas vicisitudes fundó la nueva Orden de las HH benedictinas de la Providencia dedicada a niñas y jóvenes abandonadas. Canonizada en 2002.
Padres de la Madre de Dios
La Orden de la Madre de Dios (OMD) fue idea del sacerdote Juan Leonardi (+1609 con 68 años). Es patrono de los farmacéuticos desde 2006 pues de soltero era empleado de farmacia y aunque se hizo sacerdote a los 32 años no dejó de ejercer de boticario. Es uno de los santos de la Contrarreforma que fundó para laicos la “Compañía de la Doctrina Cristiana” para la catequesis parroquial y, más tarde, con un grupo de sacerdotes los “Clérigos Regulares de la Madre de Dios” sin otra ambición que ser sacerdotes santos, piadosos, bien preparados doctrinalmente, celosos de las almas y dispuestos a atender las necesidades de sus fieles. Implantó las “Cuarenta Horas” en honor al Stmo Sacramento, fundó la “Compañía de la paz” para delincuentes regenerados pero no cuajó, y las “Monjas de los ángeles” pero las abandonó para no liarse en asuntos donde mandan las mujeres. También con sacerdotes dedicados a la primera evangelización, fundó “Propaganda fidei” para las misiones que luego, asumida por la Santa Sede, es una Congregación vaticana. Murió víctima de la epidemia de gripe.
Benedicto XVI bendijo su imagen en el Vaticano (30-04-08), una escultura, de 5,40 metros de altura, de 27 toneladas, obra del artista italiano Paolo Cavallo y glosó su figura (Audiencia General 07-X-09) a los 400 años de su muerte recordando, entre otras cosas, que escribió a Pablo V, recién elegido, recomendándole que “la reforma universal de la Iglesia debía ser tanto para los jefes como para los empleados, debe empezar por quienes gobiernan para extenderse después a los súbditos”.
Hoy el carisma leonardino se extiende a clérigos y hermanos que viven juntos sin distinción alguna, tienen oblatos (sacerdotes o laicos) instituidos por el fundador, afiliados y madrinas.
Caracciolis o Clérigos Regulares Menores
Francisco Caracciolo (+1608 con 44 años) es el sacerdote fundador de los Clérigos Regulares Menores o caracciolis. Hijo de Francisco Caracciolo y de Isabel Baratuchi, parienta de Tomás de Aquino; es el segundo de cinco hijos y le pusieron el nombre de Ascanio. Fue militar y enfermo de lepra pide a Dios que si le cura le dedicará la vida. Así fue e ingresó en la Cofradía de los blancos, dedicada a atender enfermos. Con dos compañeros, Adorno (sacerdote) y un pariente llamado también Ascanio, fundó cerca de Nápoles la nueva Orden que aprobó Sixto V. En sus estatutos tienen un 4º voto: el de no aceptar cargos eclesiásticos. Fue canonizado por Pío VII en 1807. Se le representa con una custodia en la mano, símbolo de su amor y el de su Orden a la Eucaristía.
Camilos

La Orden de los Clérigos Regulares Ministros de los enfermos (MI) o camilos, o HH de la buena muerte, es obra de Camilo de Lelis (+1614 con 64 años). Italiano de familia noble, nació cuando su madre tenía 60 años por lo que se la llamaba santa Isabel. Aburrido de todo, se alistó en el ejército español para luchar contra los turcos. Todo lo que ganaba se lo gastaba en el juego. Enrolado en bandas de mala fama, acabó vendido como esclavo. Sufrió un cambio profundo a los 25 años reponiéndose en el Hospital de Incurables de Roma donde encontró el camino de Dios. Aconsejado por san Felipe Neri se hizo sacerdote y fundó los Hermanos de la Buena Muerte, clérigos regulares con la cruz roja sobre la sotana. Fueron aprobados por Gregorio XIV en 1591. Con san Juan de Dios es patrono de hospitales, enfermos y personal sanitario. Hoy son 1.110 en 156 comunidades presentes en 35 países y administran 180 obras asistenciales y formativas.
Josefina Vannini (+1911 con 52 años) es la fundadora de la Congregación de las Hijas de san Camilo promovida por el beato padre Luis Tezza que tenía el encargo de iniciar la rama femenina. Beatificada por Juan Pablo II en 1994. Se llamaba Jhudit y era monja de las Hijas de san Vicente de Paúl pero fue invitada a abandonar la Congregación por su falta de salud. Encontró al p. Tezza por casualidad e inmediatamente nació la conexión.
Escolapios
La Orden de las Escuelas Pías (SchP) o escolapios fue fundada por el sacerdote José de Calasanz (+1648 con 92 años). El 450º aniv de su nacimiento en Peralta de la Sal, cerca de Barbastro (Huesca), fue Año Jubilar Calasanciano. Su padre era gobernador y quería que su hijo fuera militar pero estudió Derecho y Teología en Lérida, Valencia y Alcalá de Henares. Fue vicario general del obispado de Urgel y luego pasó a Roma, invitado por su amigo el Cardenal Colonna donde ejerció su apostolado hasta el final de su vida. En el popular barrio del Trastevere abrió una escuela ayudado por colaboradores; a los 5 años ya tenía más de mil alumnos. Así empezó la Congregación de clérigos regulares que fundó en 1617 y luego llamada Orden de los Pobres de la Madre de Dios y de las Escuelas Pías. Pablo V la aprobó como Congregación y Gregorio XV en 1621 la elevó al grado de Orden. Sufrió la intriga y denuncia de los suyos y a los 90 años fue depuesto y privado de autoridad en su Orden que el papa Inocencio X en 1646 disolvió y se transformó en diversas sociedades de clérigos dependientes de los obispos hasta la restauración 10 años después. Canonizado en 1767.
Pionero de la educación para todos, precursor de la pedagogía moderna, protagonista -aunque poco conocido- de la transición del renacimiento a la modernidad, defensor de los pobres y de los enfermos, un segundo santo Job son algunas de las frases y de los rasgos que definen a este aragonés afincado en Roma, que rompió moldes, que imitó y se inspiró en los mejores santos de la historia de la Iglesia -como San Francisco de Asís- y a quien el Papa Pío XII, en 1948, le declaró patrono de los escuelas de las Escuelas Cristianas.
Pompilio Mª Pirroti (+1766 con 56 años) llamado "el taumaturgo"; sufrió maledicencia y calumnias por lo que se le quitó la licencia para confesar y fue alejado de la ciudad. Fue apóstol del Sdo Corazón de Jesús.
La familia calasanciana incluye Kalasantiner, la fundación del sacerdote vienés Antonio Mª Schwartz que conoció a Calasanz; empezó siendo un “albergue de aprendices”, una labor pastoral en el mundo obrero aplicando la doctrina social del momento.
En 1834 se fundó la Congregación femenina, con san José de Calasanz como patrono y con la “regla” basada en el espíritu ignaciano. Las Escuelas cristianas femeninas se iniciaron en Vorselaar por iniciativa del jesuita Luis Vicente Donche que pertenecía a la “Societé du foi”, nombre que escondía en aquel momento la suprimida Compañía de Jesús. Las relaciones entre la Orden y la Congregación se intensificaron a raíz del tercer centenario de la muerte de san José de Calasanz.
En 1889 se fundaron las “hijas de san José de Calasanz” de mano de María Donati, luego sor Celestina, bajo la guía espiritual del escolapio Celestino Zipi. La misión era acoger gratuitamente y educar en cristiano a pobres y abandonados, especialmente hijos de encarcelados.
Paula de san José de Calasanz Montal Fornés (+1889 con 90 años) es la fundadora de las Hijas de María o Escolapias. Vivió el agitado siglo XIX español que se debatía entre los postulados del Antiguo Régimen y las nuevas corrientes liberales. Barcelonesa de Arenys de Mar, empezó en Figueras, con su íntima amiga Inés Busquets, el apostolado educativo con niñas que en Sabadell se convirtió en su obra de las Escuelas Pías femeninas. La finalidad es la promoción de la mujer y que sea realidad la civilización del amor. Fue aprobado en mayo de 1860 por Pío IX (+1878 con 86 años), beato, papa, llamado Juan María Mastai-Ferreti, que había estudiado en los escolapios. A su muerte ya había 346 escolapias en 19 colegios por toda España. Hoy son 800 en 112 comunidades que educan unas 30.000 alumnas en 19 naciones de 4 continentes. Canonizada en 2001.
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