dilluns, 22 de novembre del 2010

CANÓNIGOS REGULARES


Los canónigos eran los miembros de una catedral, para ayudar al obispo, instituidos desde los primeros tiempos del cristianismo cuando en cada ciudad o población había una única comunidad y un solo templo, cuyo párroco era el obispo. 

Durante muchos siglos eran laicos o sacerdotes, como el colegio cardenalicio, hasta que se regule el que sean únicamente clérigos. Cuando por la acción misionera haya sacerdotes en los ámbitos rurales y se creen comunidades en los pueblos y aldeas, surgirá la parroquia, jurídicamente como una sucursal de la catedral y el párroco tendrá las potestades delegadas por el obispo.

Claudio (+703) parece que era canónigo de Besançon y una vez obispo dimitió para ingresar en Condat donde le eligieron abad.

Aderaldo o Alderaldo (+1002) era canónigo de san Pedro de Troyes y en un viaje a Tierra Santa fue capturado por los turcos y torturado. Regresó a Troyes portando muchas reliquias para cuya custodia edificó el monasterio del Santo Sepulcro de Samblières.

Armengol o Ermengato (+1035), obispo de la Seo de Urgell, era sobrino del anterior obispo Sala. Inició la fábrica de la catedral y organizó sus canónigos regulares. Murió de accidente laboral en la construcción de un puente sobre el Segre. Viviendo en Guisona certificó el milagro eucarístico ocurrido en la parroquia de santa Duda de Ivorra donde el párroco Bernat Oliver dudaba de la presencia real de Cristo en la eucaristía y celebrando Misa en 1010 el vino se convirtió en sangre que se derramó por los corporales. Armengol llevó el cáliz y los corporales a Roma y el papa Sixto IV envió una comisión a Ivorra que sancionó el milagro. En la diócesis de Solsona, donde se conserva la bula papal, en 2010 se celebra año jubilar.

Teobaldo (+1070) era portero de la casa conventual de los canónigos de Doraten, Limoges, la misma comunidad de san Israel.

Gualterio (+1070) era canónigo regular en la abadía de Dorat pero volvió a su casa por caer en desgracia pero fue llamado por los de Esterp, diócesis de Limoges, para ser su superior.

Altman (+1091 con 76 años) consejero y capellán de la emperatriz Inés de Poiteau, esposa de Enrique III de Alemania, quien le propuso para obispo de Passau. Potenció la reforma moral, la vida común del clero fomentando los canónigos regulares, la santidad de los monjes y seglares.

Bruno (+1101 con 71 años). Alemán de familia noble, sacerdote (como señala el nuevo MR), canónigo de la catedral y canciller del arzobispo hasta los 50 años en que algo le hizo cambiar y fundó los cartujos.

Guillermo Firmato (+1103) era canónigo y médico y después de peregrinar a Tierra Santa vivió solitario en Mortain.

Reginaldo (+1104) de la Picardía, era canónigo regular cerca de Soissons y luego optó por eremita en la selva de Mèlinais, por Angers.

Bernardo de Rodez, (+1110 con 70 años) era canónigo regular de Coly y fue del grupo fundador del monasterio de Montsalvy donde fue abad.

Ismidón (+1115) nacido en Grenoble, era canónigo de Lyon. Fue legado papal en varios asuntos. Peregrinó dos veces a Tierra Santa y fue obispo de Die.

Raimundo Gayrard (+1118) era maestro de escuela en Toulouse hasta quedar viudo. Fue canónigo regular, construyó dos puentes sobre el Hers e impulsó y colaboró en las obras de su iglesia de san Saturnino.

Raimundo o Ramón Guillermo (+1126), obispo de Barbastro, fue canónigo regular francés en el convento de canónigos regulares junto a Toulouse donde fue elegido prior. Luego fue nombrado obispo de Roda y más tarde de Barbastro. El obispo de Urgel lo expulsó de la sede reclamando sus dominios por lo que volvió a Roda. Acompañó a Alfonso “el batallador” en una correría por el sur y de regreso a Aragón, murió en Huesca. Es patrono de la diócesis de Barbastro.


Norberto (+1134 con 54 años). Hijo de familia noble emparentada con el emperador alemán, llevó una vida opulenta y mundana como canónigo en Colonia y como administrador social de la corte imperial hasta que se convirtió tras verse libre de una muerte repentina por un rayo caído a los pies de su caballo, cuando huía de una tempestad. Pasó 3 años siguiendo el ejemplo del ermitaño Liudolfo. Una vez sacerdote fue elegido obispo de Magdeburg por aclamación; iba descalzo y harapiento, siendo sobrino del arzobispo de Colonia. Intentó reformar los cabildos catedralicios pero fracasó. 

En Premontré puso la casa madre de lo que sería su nueva Orden, los Premonstratenses, monjes con la regla de san Agustín, con especial referencia a la Eucaristía y al culto mariano y dedicados a formar a los laicos; se dijo que desde tiempos apostólicos no se había reunido tanta muchedumbre para recibir formación. Son mitad monjes, mitad clérigos, o sea canónigos regulares, que llevarán hábito blanco, escapulario sin capucha y asisten al coro con roquete y birrete.

Gauquerio (+1140) canónigo regular que, con su amigo Gergnato, hizo vida eremítica pero se juntaron tantos discípulos que tuvo que construir el monasterio de Aureil y luego otro femenino. Ayudó a san Esteban Muret a fundar la orden de Grandmont.

Rainiero (+1160). Nació en Pisa, Italia, donde terminó sus días. Fue un trovador renombrado que gustaba cantar en los castillos, acompañado de la viola, y llevaba una vida desordenada. Gracias a un ermitaño que rezó intensamente por él, Rainiero se convirtió. Durante un tiempo se hizo mercader para ganar dinero y poder visitar los Santos Lugares. Se alistó como galeote en el barco que lo conduciría a Tierra Santa y era tan alegre que a sus compañeros se les hizo corta la travesía. De regreso a Pisa, se hizo canónigo regular y se estableció en el monasterio de San Guido, donde toda su vida siguió repartiendo alegría y buenos consejos a la gente de la ciudad. Sus reliquias se encuentran en la catedral de Pisa. Patrono de la ciudad y de la diócesis.

Ubaldo (+1160 con 76 años) era canónigo de san Segundo y luego sacerdote y obispo en su Gubbio natal, en la Umbría. Reformó a los canónigos regulares que no asistían a las horas canónicas y frecuentaban casas de buena reputación culinaria. Federico Barbarroja le tenía simpatía.

Avertino (+1189) era diácono inglés y canónigo regular gilbertino que acompañó a Francia a Tomas Becket; tras su martirio, se fue de eremita a Vençay. El lugar de su tumba se llama ahora saint-Avertin.

Bona (+1207), virgen, oblata de los Canónigos Regulares en Pisa, predijo la fundación de los dominicos. Peregrinó a Tierra Santa, a Roma y a Compostela.

Guillermo, Wilelmo, Willian o Billy (+1209), cisterciense, sobrino de Pedro “el ermitaño”. Era conde de Nevers y se hizo eclesiástico para medrar pero más tarde se convirtió, renunció a sus prebendas y se retiró al monasterio cisterciense de Pontigny. Luego fue abad de Chalis. Sólo 8 años fue obispo de Bourges en Aquitania pero no exentos de sufrimientos por parte de sus canónigos a los que intentó refrenar en sus pasiones y por parte de Felipe Augusto al que reprochaba públicamente haber repudiado a su mujer.

Alberto (+1214), prior de los canónigos regulares de Pavía, fue elegido obispo de Bobbio y al año siguiente de Vercelli. Medió por la paz entre el papa Clemente III y Federico Barbarroja y su sucesor Enrique VI le nombró príncipe imperial. Fue elegido Patriarca de Jerusalén e Inocencio III le nombró su legado en Tierra Santa donde intentó entenderse con los sarracenos. En 1209 presentó una regla para los carmelitas, eremitas del Monte Carmelo. Invitado al Concilio IV de Letrán fue asesinado a la salida de la iglesia de la Santa Cruz por el maestre del Hospital del Espíritu Santo cuya conducta Alberto le había afeado.

Domingo de Guzmán (+1221 con 51 años). Burgalés, era canónigo del Cabildo reformado de Osma (Soria) que acompañó a su obispo Don Martín Bazán a Dinamarca para gestiones diplomáticas para la boda del hijo de Alfonso VIII. Fue madurando su fundación pues quería cambiar los métodos ya que los misioneros iban en carruajes elegantes, con secretarios y ayudantes, se alojaban en los mejores hoteles, etc. Al regreso del viaje, horrorizado por lo visto en el Languedoc, le contó a su obispo sus planes. Los dominicos visten hábito blanco de canónigos regulares y manto negro de predicador.

Adolfo (+1224 con 39 años). Hijo de los condes de Westfalia, era canónigo de la catedral de Colonia muy poco edificante, y se hizo cisterciense. Después fue obispo de Osnabrück y destacó por su amor a los enfermos y a los pobres, particularmente a un leproso al que visitaba llevándole medicinas y algunos regalos para animarle un rato.

Telmo (+1246 con 56 años), beato. Pedro González Telmo fue apóstol de Galicia y de los hombres del mar. Canónigo y dean en Palencia, su ciudad natal, donde su tío era el obispo. Luego dejó las vanidades mundanas para hacerse fraile dominico cuando un día el caballo le desmontó y cayó con sus lujosas vestiduras en el lodazal. Su predicación era fuego. Estuvo 3 años de capellán de las tropas del rey san Fernando por el sur andaluz. Al final vivió y murió en Tuy. Desde su fallecimiento, sus prodigios se fueron multiplicando.

Pedro de Arbués (+1485) era canónigo regular de Zaragoza e inquisidor general de Aragón con Torquemada. Los herejes, trataron de sobornarlo y como no lo lograron, dispusieron matarlo. Varias veces se salvó milagrosamente de criminales atentados. Varios de ellos se juntaron con los judíos de Zaragoza y se propusieron atacar al santo cuando fuera a la catedral a orar. Y el 14 de septiembre de 1485, estando él de rodillas orando, lo asesinaron. El autor intelectual del crimen se suicidó en la prisión. Los autores materiales fueron sentenciados a muerte.

Stanislaw Soltys, religioso (+1489 con 56 años), llamado Kazimierczyk, sacerdote de la Orden de los Canónigos Regulares Lateranenses, nacido el 27 de septiembre de 1433 en Kazimierz (Polonia) y fallecido en esa localidad el 3 de mayo. En su canonización (oct 2010), B XVI dijo que “toda su vida estuvo ligada a la Eucaristía. Primero en la iglesia del Corpus Domini en Kazimierz, la Cracovia de hoy, donde, junto a su madre y a su padre, aprendió la fe y la piedad; donde emitió los votos religiosos en los Canónigos Regulares; donde trabajó como sacerdote, educador, atento al cuidado de los necesitados. De manera particular, sin embargo, estaba ligado a la Eucaristía a través del amor ardiente a Cristo presente bajo las especies del pan y del vino; viviendo el misterio de la muerte y de la resurrección, que se cumple de manera incruenta en la Santa Misa; a través de la práctica del amor al prójimo, del cual es fuente y signo la Comunión”.

Los canónigos regulares de Letrán celebran especialmente la fiesta de san Cerbonio (+575) que fue obispo de Populonia, en la Toscana, pues hacía vida en comunidad. Como san Régulo y otros obispos africanos fueron expulsados de África en s VI. San Gregorio Magno cuenta en sus “Diálogos”·que Totila, rey de los invasores ostrogodos, le condenó a enfrentarse con un oso que, en vez de atacarlo, le lamió mansamente los pies.

Juan Bautista de la Salle (+1719 con 68 años). Nacido en Rheims, era canónigo a los 16 años y a los 27 sacerdote. Luego fundó de los HH de las Escuelas Cristianas para la actividad apostólica de la enseñanza.

Juan Bautista de Rossi (+1764 con 66 años) era canónigo y destacó en el sacramento de la reconciliación. Eran tiempos de Voltaire, y después de años dedicado a los pobres y necesitados, en un trabajo extenuante, el obispo le sugirió dedicarse una temporada al confesionario y allí descubrió su carisma. Empezó en una iglesia a la que no iba casi nadie y acabó teniendo colas de cientos de penitentes. Muchos de ellos volvían llevando a sus familiares y amigos. Falleció de un ataque al corazón.

En la Basílica de Santa María (María de las Nieves), desde el siglo XIII el Cabildo debe atender la mesa capitular prevista para 16 canónigos y 4 prebendas sacerdotales que debían garantizar la presencia de 4 diáconos y 4 subdiáconos. Hoy día el Cabildo es un colegio sacerdotal para 24 canónigos y se honra de tener como Protocanónigo al rey de España.

Otras Congregaciones de Canónigos Regulares son:
La Congregación Suiza de Canónigos Regulares de San Mauricio de Agaune C.R.A
Los Canónigos Regulares de la Orden de la Santa Cruz O.S.C.
Los Canónigos Regulares de la Santa Cruz de Coimbra O.R.C. fundados por san Teotonio (+1162) que peregrinó dos veces a Jerusalén y tras rehusar ser custodio del santo sepulcro, volvió a su patria y fundó la Congregación de Canónigos Regulares de la Santa Cruz.
Los Canónigos Regulares de san Jorge fueron fundados por san Lorenzo Giustiniani (+1456 con 75 años), el primer patriarca de Venecia. Sacerdote a los 26 años, de grande y compleja personalidad, acabó sus 5 últimos años en Venecia donde ensayó y adelantó la reforma de la Iglesia que propondría el Concilio de Trento un siglo más tarde.

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