dissabte, 20 de novembre del 2010

BENEDICTINOS (2)

Benedictinos insignes del 2º milenio
Efemérides desde los benedictinos
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Benedictinos insignes del 2º milenio

Gaudencio o Radzim (+1011 con 41 años) bohemio, hermano de san Adalberto de Praga, ambos benedictinos en Roma. Acompañó a su hermano a Praga, Polonia y en Pomerania donde fue testigo de su martirio. Luego fue obispo de Gniezno.

Guntero (+1045 nonagenario) era militar que a los 50 años se hizo penitente y hermano benedictino en Niederaltaich, dejando sus bienes para el de Göllingen al que se trasladó. Misionó por Hungría y Bohemia, era pariente de la reina Gisela y amigo de Conrado II y Enrique III. Acabó sus años otra vez en la soledad que anhelaba.

Gerardo Sagredo (+1046), obispo húngaro de Buda, benedictino y mártir, fue preceptor del príncipe san Emerico, hijo de san Esteban.

Adela, viuda y benedictina, viuda de san Sidronio (mártir romano) y luego se hizo benedictina.

Adela (+1067), hija del rey Roberto de Francia y viuda de Balduino V, conde de Flandes o (para otros) viuda de Balduino IV, príncipe de Sicilia. Fundó el monasterio de Massena.

Austindo (+1068) siendo abad fue nombrado obispo de Auch. Difundió la regla benedictina entre los monjes de su diócesis aquitana; era enemigo de las investiduras laicas.

Mauro (+1070 con 70 años) quizá húngaro. A los 30 años era abad benedictino en Pannonhalma donde conoció al rey san Esteban y a su hijo Emerico o Imre. Con 36 fue obispo en Pécs.

Domingo de Silos (+1073 con 68 años). Nacido en Cañas, cerca de Nájera (La Rioja), siendo pastor de ovejas le gustaba leer y cursó la carrera eclesiástica. Sacerdote, se retiró como eremita, pasó luego a benedictino en san Millán de la Cogolla. Se enfrentó al rey de Navarra, don García, quien le pedía los cálices y tesoros para venderlos y tener dinero para los gastos de guerra; por negarse, fue desterrado a Castilla donde, en 1041 el rey Fernando I, hermano del navarro, le encomendó restaurar el monasterio de Silos (dedicado a san Sebastián), que llevaba casi un siglo deshabitado y lo convirtió en el foco civilizador más famoso de la península ibérica. Rescató a 300 cristianos prisioneros de los musulmanes y así inventó el apostolado que luego imitaría san Pedro Nolasco. Se cuenta que 96 años después de morir se apareció a la madre de santo Domingo de Guzmán diciéndole que tendría un hijo que sería un gran apóstol y por eso ella le puso ese nombre a su hijo.

David (+1082) benedictino inglés que, tras la muerte de san Sigfrido, se lanzó a evangelizar Suecia donde fundó la abadía de Sinenga (Munkathorp). Luego de abad fue. obispo (1º) en Västeräs, Suecia. Tuvo culto hasta la Reforma.

Anselmo (+1086), benedictino que fue educado en su infancia por su tío Anselmo, canónigo de Milán y que luego fue el papa Alejandro II que siguió siendo obispo de Lucca hasta el 73 que le sucedió su sobrino. Murió en Mantua yendo como legado papal de Gregorio VII ante el encuentro con Enrique IV.

Berengario o Berenguer (+1093) fue benedictino en St Papoul.

Pedro (+1105), de Salerno, es benedictino que tomó parte en la 1ª cruzada como legado papal. Fue obispo de Agnani durante 43 años.

Anselmo de Canterbury (+1109 con 76 años). Monje a los 27 años, a los 60 años fue el abad de Canterbury. Como obispo, fue expulsado por el rey debido a su oposición al nombramiento secular de obispos y sacerdotes. Fue a Roma a pedir que se le reconocieran sus derechos eclesiásticos y también que se mitigaran las sanciones a sus detractores, lo cual desarmó a sus adversarios. Pensador original e independiente, Doctor de la Iglesia y ejemplo de armonía entre la fe y la razón aunque el argumento que tenía para demostrar la existencia de Dios no le gustó a santo Tomás de Aquino y le dio pie a descubrir cinco razonamientos (las cinco vías) científicamente más rigurosos. Anselmo entendía que la razón, las luces humanas, también son dones de Dios para iluminar la fe. Defendía la Inmaculada Concepción de la Virgen. Benedicto XVI (Audiencia General 090923) glosó la figura de este fundador de la teología escolástica y dijo que son actuales los tres estadios anselmianos de la fe, la experiencia y la intuición contemplativa. Recordó que el santo decía: "no busco entender para creer, sino que creo para entender" e hizo referencia a su valentía para enfrentarse con Guillermo el rojo (o el conquistador) y Enrique I de Inglaterra para defender la libertad de Iglesia a costa de ser desterrado.

Godefrido o Godofredo (+1115 con 49 años), siendo abad benedictino de Noguent-sous-Coucy (Champagne) fue nombrado obispo de Amiens. Los fieles no le permitieron renunciar porque quería hacerse cartujo.

Bernardo (+1133) favoreció la centralización de su Congregación de Vallumbrosa y logró su expansión. Su estrecha amistad con la condesa Matilde logró la donación de su patrimonio. Convenció a Bernardo de Claraval estar de parte de Inocencio II frente a Anacleto II. Fue obispo de Parma y cardenal.

Lamberto Peloquin (+1154) era monje de Lerins y antes, desde niño, oblato benedictino. Luego fue obispo de Vence.

Isabel de Schönau (+1164 con 35 años) benedictina, mística renana. A los 12 años sus padres la encomendaron para su educación a la doble abadía de Schönau. En el 57 fue elegida abadesa pero renunció al cargo y sus visiones del Señor y de la Virgen se descubrieron por escrito. Su hermano el abad Egberto compiló en un libro sus experiencias místicas. Un día apareció hablando con soltura en latín aunque nuca lo había estudiado. Canonizada en 1584.

Viviana o Wiwina (+1170) es virgen flamenca, fundadora del monasterio benedictino de Santa María de Grand Bigard (junto a Bruselas). El terreno fue regalado por Godofredo, el conde de Brabante.

Hildegarda von Bingen (+1179 con 81 años), virgen de Maguncia, es llamada “la profetisa de Alemania”. Una de las mayores figuras femeninas de Occidente por los carismas del Espíritu Santo para la contemplación y el anuncio profético. A pesar de su naturaleza tímida y enfermiza, exhortó a papas, emperadores, reyes y clérigos. Escribió varias obras de espiritualidad y de Teología y dos libros sobre plantas y hierbas medicinales. Diariamente llegaban a las puertas del convento personas necesitadas y enfermos graves; el pueblo la veía como un don especial de amor de Dios. 

Benedicto XVI (Audiencia General 100901 y 08) le dedicó dos catequesis en las que agradecía el papel precioso de las mujeres en la Iglesia y citaba a Juan Pablo II en Mulieris dignitatem donde subrayó la importancia del genio femenino. Esta santa –dijo el Papa- nos habla hoy con gran actualidad. Desde niña fue destinada por sus padres a consagrarse a Dios y estuvo al cuidado de la maestra Jutta de Spanheim en el monasterio benedictino de san Disibodo. Hildegarda sucedió a Jutta al frente de la comunidad femenina y lo hizo con un estilo estimulante. Recordó así mismo que fue mística desde la infancia pero siempre se sometió a la autoridad eclesial para acertar en el discernimiento de lo real y lo ilusorio. Estuvo en contacto con Bernardo de Claraval.

Bertoldo (s XII) fue benedictino de Parma, oblato en san Alejandro.

Cono (s XIII) era benedictino en Santa María de Cardossa, en Lucania; murió joven y su cuerpo fue trasladado a Diano.

Urbano V (+1370 con 60 años), beato, benedictino, fue papa durante la difícil época del destierro de Avignon, poco después de 1300. Era superior de varios monasterios benedictinos y como Nuncio fue buen diplomático de los papas de Avignon en varios países. Estando en Nápoles se enteró que había sido elegido para suceder a Inocencio VI. Le gustaba el nombre de Urbano porque –decía- todos los anteriores habían sido santos. Luchó por suprimir el lujo y muchos otros abusos. Quiso elevar el nivel cultural del pueblo y fundó una academia de Medicina. Con la ayuda de los franciscanos y de los dominicos emprendió la evangelización de Bulgaria, Ucrania, Bosnia, Albania, Lituania, y Mongolia. En 1366 decididamente regresó a Roma ante la oposición del rey francés y de los cardenales, todos franceses. Al llegar no pudo contener las lágrimas pues la ciudad estaba en lamentable estado de deterioro y abandono y las basílicas en ruinas. El mal ambiente le hizo pensar en volver a Avignon en 1370. Santa Brígida de Suecia le anunció que si abandonaba Roma moriría. El 5 de diciembre salió de Roma y el 19 murió.

Francisco García Jiménez de Cisneros (+1510 con 55 años), toledano, primo hermano del Cardenal regente de España. A los 20 años ingresó en san Benito del Real (Valladolid) y de allí a Montserrat donde fue el primer abad reformado.

Hay 3 benedictinos entre los mártires de Inglaterra y Gales. Grupo de 40 de los 200 católicos que, en la persecución de los anglicanos, fueron ejecutados entre 1535 y 1679, cuando la tolerancia y el fair play aún no eran valores ingleses. Fueron canonizados por Pablo VI en 1970 junto con 13 sacerdotes seculares, 16 religiosos (10 jesuitas, 3 cartujos, 2 franciscanos, 1 agustino) y 7 seglares (4 hombres y 3 mujeres).

Cardenal Bona (+1674 con 65 años), benedictino y elevado al cardenalato en el 69 (con 60 años).

Alfredo Ildefonso Schuster (+1954 con 74 años). El cardenal Schuster, arzobispo de Milán, nació en Roma, siendo su padre de Baviera y su madre de Bolzano. Entró muy joven en la escuela monástica benedictina de san Pablo Extramuros, y no fue muy feliz sus primeros años por un defecto de pronunciación que lo humillaba mucho. Imposible pensar que habría de predicar más tarde hasta 6 veces al día con gran edificación de cuantos le escuchaban. Fue abad de ese monasterio, cardenal y consultor de varias Congregaciones romanas. Ayudó mucho al papa Benedicto XV que le estimaba en gran manera y le consultaba sobre diversas cuestiones. Se levantaba todos los días a las tres y media de la madrugada y dedicaba antes de la santa Misa una hora a la oración. Su comida era tan frugal que decían que los pajaritos comían más que él. Amigo de san Josemaría Escrivá. Fue beatificado en 1996.

Efemérides desde los benedictinos

En 1048 unos mercaderes de Amalfi se establecieron en Jerusalén y fundaron el Hospital para proteger a los peregrinos bajo la tutela de los benedictinos. En la 1ª Cruzada, Gerardo, Prepósito del Hospital, aconsejó la toma de Jerusalén; se forró y fundó la Orden de Caballería de San Juan de Jerusalén (sanjuanistas u hospitalarios). Su superior se llama Maestre. Con el 2º Maestre se codificó la Regla y siguiendo como guardianes de los peregrinos, pasaron a ser una Militia Christi, imitando a la Orden del Temple, fundada esos mismos años.

Abbón (+1004). Nacido en Orleans, introdujo la reforma cluniaciense en su monasterio de Fleury. Fue asesinado por unos monjes que se oponían a su reforma.

Romualdo (+1027 con 77 años) benedictino, fue fundador de los camaldulenses.

Juan Gualberto (+1073). Florentino que de joven no era nada piadoso, se hizo militar. Un Viernes Santo se encontró en un callejón a quien mató a su hermano Hugo, pero su furibunda ira se aplacó porque el asesino, de rodillas, le imploró misericordia por el amor de Jesucristo en la cruz. Aturdido entró en una iglesia y vio que el crucifijo le daba las gracias inclinado la cabeza. Se hizo benedictino pero ante tanta corrupción y simonía, quiso reformar los cluniacenses (monjes negros), fundando en Italia el monasterio de Vallumbrosa y otros, donde instauró el hábito blanco que después imitaron los cistercienses (monjes blancos) y parece que inventó los hermanos legos.

Silvestre Gozzolini (+1267 con 90 años) es benedictino fundador de una nueva rama, llamados los silvestrinos, así como san Pedro Morrone (+1296), que fue Papa durante algún tiempo con el nombre de Celestino V, había fundado los celestinos.

Bernardo Tolomei (+1348 con 76 años), beato, era benedictino reformador que fundó los olivetanos, la Orden de Ntra Sra de Monte Olivete en la Toscana. En ese s XIV la reforma fue auspiciada por Benedicto XII (cisterciense) pero sus desvelos dieron poco fruto. Por entonces hacía estragos la encomienda y Prelados seculares, reyes y señores laicos gozaban canónicamente de los bienes de los monasterios como si fueran religiosos profesos. Los abades comendatarios, en general, se limitaban a apoderarse de las rentas de sus abadías, dejando a los monjes sólo una pequeña parte. La encomienda, sin duda, constituyó la peor de las plagas que azotaron los monasterios benedictinos, pero no la única. Puede recordarse el hambre de 1315-17, la gran peste de 1348-49, el gran Cisma de Occidente y la guerra de los Cien Años. Todo parecía obstaculizar la restauración benedictina. Características comunes a las tres reformas son la austeridad de vida, la extrema pobreza, una fuerte centralización y cierta tendencia al eremitismo. Los silvestrinos no tenían abades, sino priores vitalicios; los celestinos y los olivetanos introdujeron los abades temporales, innovación que fue imitada en los siglos posteriores.

Había sido militar y profesor en la Universidad de Siena. Empezó vida eremítica en Accona pero eran tantos los que se unían, de todas las clases sociales, que decidió dar a la comunidad una regulación canónica. Cuando recibió la aprobación pontificia, era ya una cadena de monasterios. La tradición dice que murió un 20 de agosto con otros 82 monjes afectados todos por la peste que asoló Siena. Canonizado en abril de 2009.

Nuestra Señora de los Ángeles de la Porciúncula es la advocación de san Francisco de Asís. La capilla pertenecía a los benedictinos de Subasio y estaba abandonada hacía mucho tiempo. La “porciúncula” (la pequeña porción), era la más pequeña de aquel monasterio y que los benedictinos le regalaron para que iniciara su fundación.

Nuestra Señora de Mariazell es un santuario austríaco. En 2007 Benedicto XVI lo visitó al celebrar el 850º aniv aunque la presencia cristiana se remonta a 1157 en que lo fundaron los benedictinos como “la celda de María” de estilo románico. Allí se venera como la “Magna Mater Austriae”, “Magna hungarorum Domina“ y “Mater gentium slovarum”; a veces luce un manto blanco con el lema “Magna Mater Europae”. Mariazell es cruce de caminos entre razas eslavas, arias, magiares y latinas. Es Babel de lenguas y palabras que se encuentran y se entienden. Es Cenáculo de ofrendas, de plegarias y de sentimientos que se elevan, se esponjan y se estrechan. Es alma de una Europa, que debe ser fiel a sí misma y a su historia, que debe ser ella misma, que debe descubrir sus orígenes y reavivar sus raíces. Una Europa que debe respirar por sus dos pulmones. La Europa del espíritu, la Europa de los valores, la Europa de la solidaridad, en la que todos los europeos se sientan en su propia casa y formen una familia de naciones, faro luminoso para toda la humanidad.

En este santuario estuvo enterrado hasta 1991 el cardenal Josef Mindszenty, primado de Hungría que había sido desterrado por el régimen comunista soviético, tras la 2ª GM. En mayo 2004 se tuvo “la peregrinación de los pueblos” con la asistencia de 200 cardenales y obispos y el cardenal Secretario de Estado Vaticano Angelo Sodano acudía como enviado especial del Papa Juan Pablo II. Karol Wojtyla, el 13-IX-1983 pronunció ante su bienaventurada imagen una bellísima oración, a Ella le dedicó el Ángelus del 15-I-1989 y a Ella evocó, con amor, ya en el Policlínico Gemelli de Roma, en uno de sus últimos mensajes, el 7-III-2005 y destinado al embajador de Austria ante la Santa Sede.

El 2-X-2004, 6 meses antes de ser elegido papa, el cardenal Ratzinger lo visitaba. En el 2007, Benedicto XVI le regaló al santuario la “rosa de oro”, uno de los mayores honores que concede el Vaticano. El 21-01-08 el Papa Ratzinger fue nombrado ciudadano honorario de la localidad de Mariazell.

Víctor (oficial del ejército), Emiliano, Feliciano y Longinos (centinelas conversos), soldados, mártires de Marsella en 290. Sobre la tumba de Víctor san Juan Casiano edificó un monasterio que luego sería benedictino y muy famoso.

Justina, virgen de Padua, mártir con Diocleciano. Bautizada por san Prosdócimo, discípulo de san Pedro. Dio nombre a una abadía benedictina y a una congregación benedictina.

Zoilo, mártir en Córdoba en 303 con otros 19 compañeros, de quienes ya había hablado Prudencio. Sus reliquias se trasladaron en el s XI al monasterio benedictino de Carrión de los Condes.

Ferrucio, ex soldado en Maguncia, mártir en 304 por desertor. Sus reliquias fueron trasladadas en 778 por el obispo san Lulo desde Maguncia al monasterio benedictino de Bleidenstadt de cuya iglesia llegó a ser titular.

Pelayo o Pelagio (+925 con 14 años) joven gallego, mártir con Abderramán III. Siendo adolescente, fue el rescate de su anciano tío san Hermogio, obispo de Tuy, encarcelado en Córdoba. Allí se enteró de que los altos cargos se compraban con la prostitución de las conciencias; al renegar de la religión lograban sin mucho esfuerzo casas, palacios con esclavos del Mediterráneo o judíos comerciantes de Alemania o de Francia, oro y tierras. Era la política de Abderramán III, que los hacía instrumentos útiles y manejables al cambiar de religión y prestarle infames servicios. Los gays no son invento del siglo XXI. Pelayo se negó enérgicamente a ceder ante el lujurioso Abderramán y fue lanzado con una catapulta de guerra desde el patio del alcázar al Guadalquivir. Un esclavo negro lo remató cortándole la cabeza. Sus restos se trasladaron a Oviedo, al monasterio benedictino que lleva su nombre.

Esteban, obispo de Apt (+1046 con 71 años) estudió con los benedictinos pero no fue monje.

Eduardo III (+1066 con 63 años), rey de Inglaterra, es llamado “el confesor” para distinguirlo de su abuelo el rey mártir, hijo de santa Emma y de san Etelredo, fue el constructor de la abadía benedictina de Westminster, monasterio para 70 monjes.

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