El Camino Neocatecumenal
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Para esta nueva etapa apostólica en el tercer milenio, el Espíritu Santo, acorde con la verdadera secularización, y que lleva siglos intentando, había empezado, décadas antes del Concilio, la hora de los laicos poniendo sus luces o carismas en personas que concretarán de “mil maneras” lo que en el pasado sólo eran versos sueltos. El Espíritu ha estado promoviendo movimientos y grupos eclesiales con una proliferación jamás conocida antes y que contribuyen, cada uno a su manera y con su específica función, al objetivo prioritario del Concilio Vaticano II de difundir la llamada universal a la santidad.
Los Focolares (Opus Mariae)

Es un movimiento fundado en 1943 por Chiara Lubich en Trento (Italia). La primera aprobación pontificia de sus estatutos es de 1962. La última es el decreto del Consejo Pontificio para los Laicos del 26-IX-1990, con el que se reconoce esta “Obra de María” como asociación privada de fieles y de derecho universal. El movimiento se articula en 17 ramas y cuenta con numerosas realizaciones que se manifiestan también en empresas, editoriales, obras asistenciales. Su finalidad específica arranca del compromiso por la unidad en la Iglesia y con los hermanos separados.
Es una espiritualidad del amor que siguen unos 300.000 miembros en 150 países. Chiara, fallecida en 2008 con 88 años, fue enterrada en Rocca di Papa junto a Igino Giordani, cofundador. Ella misma explicó: «Trento, 1944. En un refugio antiaéreo, abrimos por casualidad el Evangelio en la página del Testamento de Jesús; "que todos sean uno, Padre, como yo en ti". Aquellas palabras parecían iluminarse una a una. Aquel "todos" habría sido nuestro horizonte. Aquel proyecto de unidad, la razón de nuestra vida (…) Cada día crecen a nuestro alrededor personas de todas las edades y condiciones sociales. Se apagan odios y rencores. Muchas familias se recomponen».

Nace en Trento con la certeza de que en el Evangelio está la solución de cada problema, individual o social. Muy pronto aquel primer grupo se convierte en un Movimiento que suscita una renovación espiritual y social. En poco más de 60 años de vida alcanza una difusión mundial (182 países), con más de dos millones de adherentes y una irradiación de varios millones, difícilmente cuantificable. Por la variedad de su composición, con los años, el Movimiento asume las dimensiones de un pequeño pueblo, como lo definió Juan Pablo II: abraza no sólo a católicos, sino también a cristianos de varias Iglesias y comunidades eclesiales, y hebreos. Poco a poco forman parte de él seguidores de las grandes religiones, y personas sin una referencia religiosa. La adhesión al Movimiento tiene lugar sin sincretismos, en la plena fidelidad a la propia identidad. Es común el compromiso de vivir, aun en distintos modos, el amor y la unidad, que están inscritos en el ADN de cada hombre.
El obispo de Trento, Mons. Carlo de Ferrari, al dar la primera aprobación, a nivel de Iglesia local, en 1947, dijo: "Aquí está la mano de Dios". Seguirán las aprobaciones pontificias: la primera en 1962; la más reciente en 1990.
El Papa Francisco el 9-V-2018 visita
la Ciudadela Internacional del Movimiento de los Focolares en Loppiano, Italia,
y su discurso destacó la importancia del laicado en la vida de la Iglesia y
recordó que “La primera discípula de Jesús, su madre, era laica. Ahí tenemos
una gran inspiración”.
Esta Ciudadela, impulsada por la fundadora del Movimiento de
los Focolares, Chiara Lubich, en 1964, acoge a 900 focolares, provenientes de
70 países, entre los que hay familias, jóvenes, laicos, sacerdotes, religiosos
y algún Obispo. Allí trabajan, estudian y rezan juntos en un espíritu de
fraternidad y comunión practicando la caridad evangélica. Y Francisco
alabó este estilo sinodal de la Ciudadela que camina como Pueblo de Dios.
En Loppiano está el Santuario de
María Theotokos, y ahí les recordó que el beato Pablo VI el 21 de noviembre de
1964 proclamó a María como Madre de la Iglesia y les animó a mirar siempre a
María en cómo “actuó en todos los pasos
conflictivos de la vida de su Hijo. Os ayudará mucho”.
Contestando a una pregunta de los asistentes,
Francisco dijo que “En el cambio de época
que estamos viviendo –no época de cambios, sino cambio de época– es necesario
comprometerse no solo en el encuentro entre las personas, la cultura y los
pueblos y por una alianza entre civilizaciones, sino también en vencer todos
juntos el desafío de construir una cultura compartida del encuentro y una civilización
global de la alianza”.
El Camino Neocatecumenal

Es una iniciativa de Kiko Argüello y Carmen Hernández en una barriada de Madrid en la década de los sesenta. Más que un grupo o Asociación, se definen como un camino de conversión que ofrece a la Iglesia cristian@s renovad@s y que actualiza el catecumenado de los primeros cristianos pero, con la diferencia de que entonces era antes del bautismo y ahora para ya bautizados.
La imperiosa necesidad humana de reconocimiento jurídico exije una aprobación canónica y en junio
2008 se les concedió la aprobación de sus Estatutos. Benedicto XVI entonces resaltaba
los tres elementos característicos del camino: el sólido itinerario de
educación en la fe, el afán misionero y la variedad de vocaciones (al
sacerdocio, a la vida religiosa y a la familia). En enero 2012 Benedicto XVI,
ante los fundadores Kiko A. y Carmen H. y siete mil asistentes, hizo pública lectura
de la aprobación del “Directorio Catequético”. Jurídicamente no es un grupo
dentro de la Iglesia ni una asociación de fieles ni un movimiento. Es una novedad jurídica pero la Iglesia se
deja guiar por el Espíritu y siempre está dispuesta a “experimentos”.

Muchas familias del Camino Neocatecumenal han partido hacia las zonas más descristianizadas del planeta, a los barrios de chabolas de Sudamérica, a la periferia de las grandes metrópolis, o a las ciudades de Oriente que no han todavía conocido al Señor. Los "kikos" tienen el proyecto de enviar 20.000 sacerdotes a China en tarea misionera para la nueva evangelización.

Esta carta es la respuesta a la enviada el 15 de marzo por Kiko Argüello en la que manifestaba al Papa su preocupación por algunas interpretaciones negativas de las palabras del Santo Padre dirigidas a un grupo de 12 mil neocatecúmenos el 1 de febrero de 2014.
Carmen Hernández fallece el 19 de julio de 2016 y el 2 de febrero de 2018, Kiko anuncia que se ha elegido a María Ascensión Romero para sustituirla, tal como indican los Estatutos y así completar el trío que compone el Equipo Internacional del Camino con Kiko y el p. Mario Pezzi. Romero es de Tudela, Navarra, y llevaba varios años de misión en Rusia.
El 5 de mayo de 2018 celebran en Roma sus 50 años de existencia, del inicio del camino y tendrán un encuentro con el papa Francisco en Tor Vergata, previendo que participarán unas 150 mil personas de todo el mundo y de los 5 continentes, y estarán representadas las 135 naciones en las que está implantado el Camino, además de cardenales, obispos y otras personalidades.
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