dilluns, 27 de setembre del 2010

CARMELITAS ILUSTRES Y MÁRTIRES

Unos/as carmelitas ilustres

Unos/as mártires carmelitas
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Esta Orden celebra el 14 de noviembre “Todos los santos carmelitas”, todos/as los/as religiosos/as, terciarios/as, cofrades y seglares vinculados al Carmelo por el Escapulario de la Virgen del Carmen. Son una multitud de mártires, confesores, vírgenes y santos que a lo largo de ocho siglos han logrado alcanzar la meta y con su ejemplo animan a alcanzar también la santidad. La fiesta fue instituida por el papa Clemente X (+1676) por un decreto de la Congregación de Ritos, firmado por el Cardenal Bona. La espiritualidad carmelitana se funda en imitar a María y a Elías. María cubre con su manto a todos los miembros de la Orden o vinculados a ella si portan el escapulario que tiene tantas bendiciones de los pontífices y tan maternales promesas de salvación eterna.

Unos/as carmelitas ilustres


Alberto de Sicilia (+1307 con 57 años) es el carmelita llamado “padre de la Orden” por ser el primer santo que recibe culto público en el Carmelo. De joven ingresó en el Carmelo de su ciudad natal Trépani (Sicilia) y fue Superior provincial. Nació cuando sus padres llevaban 26 años de matrimonio estéril. A su muerte se dice que los ángeles no entonaron la misa de difuntos sino la Os iusti. Santa Teresa hizo traducir del latín su vida y editarla. Convirtió a muchos judíos.



Pedro Tomás (+1366 con 61 años) fue procurador en Avignon e Inocencio IV le envió de legado a Venecia. Fue obispo de Patri y Lipari en Sicilia, y nuncio en Hungría. Urbano V le hizo patriarca de Constantinopla. Luchó con la espada y la pluma contra los infieles y contra los bizantinos. Se dice que mientras era Procurador General de la Orden, hacia 1351, la Virgen se le apareció y le prometió la perpetuidad de la Orden. Fue cofundador de la facultad de Teología en la Universidad de Bolonia.


Andrés Corsini (+1373 con 71 años), obispo de Fiésoli en la Toscana, prescindió de cualquier boato principesco siendo de la noble y riquísima familia de los Corsini de Florencia. En su juventud se dedicó al vicio y al pecado porque iba con malas compañías. Su madre no paraba de rezar para que el lobo se convirtiera en cordero. Una vez convertido, ingresó en el Carmelo y sus amigotes y algunos familiares no dejaron de tentarle a dejarlo.

Cirilo, fue el 3º General de los Carmelitas; era de origen griego.

Nuno de Santa María Álvares Pereira (+1431 con 71 años), portugués, era jefe militar y en 1385 venció la invasión castellana en la batalla de Valverde. Una vez viudo, decidió hacerse religioso. Murió el 1 de abril, domingo de Resurrección. Enseguida el pueblo lo aclamó santo y fue canonizado en abril de 2009.


María Magdalena de Pazzi (+1607 con 41 años). Catalina, hija de gobernador, fue internada por su padre en un convento hasta que tuviera edad para casarse. Eligió ser carmelita porque podría comulgar con frecuencia. Enseguida tuvo una grave enfermedad y sus dolores tremendos los ofrecía unida a la cruz de Cristo. Es una de las grandes místicas con santa Teresa de Jesús, santa Catalina de Siena y otras. Protagonista de la Contrarreforma pues a los 20 años recibió la misión de escribir cartas de advertencia a cardenales, obispos y al mismo papa. En el 4º centenario de su muerte, Benedicto XVI recordó que “fueron doce cartas dictadas en éxtasis, tal vez nunca enviadas, pero que permanecen como testimonio de su pasión por la «Sponsa Verbi»”. En carta al cardenal Antonelli, arzobispo de Florencia que se leyó en la celebración eucarística de la catedral, de ella recordó el Papa que “es maestra de espiritualidad, especialmente para los sacerdotes”. Canonizada en 1669.


María de la Encarnación Avrillot (+1618 con 52 años). Bárbara, inclinada desde niña a ser religiosa, sin embargo aceptó la voluntad de sus padres de casarse. Amó profundamente a su marido y tuvieron 6 hijos. Una vez viuda y los hijos colocados, entró en el convento. Le tocó una mala época: Los protestantes avanzaban cada día en la extensión de su doctrina por Francia. Además, el rey Enrique IV mandó al exilio a su marido. Experimentó una ayuda formidable con dos personalidades de aquellos años. Uno fue san Francisco de Sales, el santo de la dulzura y del humanismo cristiano. Igual que santa Teresa de Ávila había reformado la Orden del Carmelo en España con mucho sacrificio y lucha, María iba a hacer lo mismo en Francia. La lectura de las obras de la andariega le conmovieron tanto que no dudó lo más mínimo en ponerse manos a la obra. Veía en ello, no su afán de aparentar sino la misma voluntad de Dios. El Papa Clemente VII aprobó la reforma emprendida.


Ana de san Bartolomé (+1626 con 77 años), beata, Ana García Manzanas, toledana, a los 9 años perdió a su madre y al año siguiente a su padre; pronto sintió las ganas de ser religiosa. Fue la compañera inseparable de sta Teresa, la primera con velo blanco y la primera lega o freila que admitió la santa de Ávila en su Carmelo; de analfabeta pasó a ser la secretaria muy particular. Estaba dotada de gracias místicas, y difundió y consolidó la Orden en Francia. Vio la canonización de Teresa de Jesús quien solía decir: “Ana, Ana, tú eres la santa, yo tengo la fama”.

Teresa Margarita del Sagrado Corazón de Jesús (+1770 con 23 años), Ana Mª Redi nace en Arezzo, carmelita descalza en Florencia. Murió de peritonitis. De jovencita se sentía atraída por lo que dice san Juan de que “Dios es amor” (1Jn 4,16) y llegó a ser una gran mística. Difundió el amor al Sagrado Corazón y a la Virgen del Carmen. Pío XI la canonizó en 1934.


Joaquina Vedruna (+1854 con 81 años). Barcelonesa, casada con Teodoro de Mas y madre de 8 hijos. Viuda con 43 años, fundó en Vic - con otras 9 compañeras-, una Institución para asistencia en los hospitales y para la educación rural. Pronto fueron 13 y luego 100; hoy son 2.734 religiosas en 290 casas por el mundo. Ya de niña era devota del Niño Jesús y no toleraba una mancha en su vestido. Al final de su vida, los últimos 4 años, tuvo una parálisis progresiva que la dejó incluso muda. Canonizada por Juan XXIII en 1959.


Teresita del Niño Jesús (+1897 con 24 años). Normanda, de Lisieux, la hija menor de los 9 de Luis (relojero) y Celia (costurera) aunque sólo sobrevivieron 4 niñas. Una fue Visitandina o Salesa y las otras tres (Paulina, María y Celina) Carmelitas. Era una familia de clase media francesa y educaron a los hijos en un ambiente característico de piedad tradicional y de alejamiento del mundo. Teresa murió de tuberculosis y hubiera pasado desconocida si no hubiese escrito –por obediencia- Historia de un alma, un regalo para la humanidad. Canonizada por Pío XI en 1925, Año Santo, es nombrada patrona de las misiones en 1927 con san Fco de Javier, y de Francia en 1947. Se la considera modelo de “infancia espiritual”, del “caminito” del amor.


Isabel de la Trinidad (+1906 con 26 años). De inteligencia y sensibilidad precoz, desde los siete años quiso ser carmelita pues estaba enamorada de Jesús. Logró con esfuerzo vencer su mal genio. Es una de las grandes místicas como Teresa de Jesús y Juan de la Cruz. Murió de tuberculosis, entonces enfermedad incurable y con úlcera de estómago. Beatificada en 1984.


Rafael de San José (+1907 con 72 años). José Kalinowski, nacido en Vilna, obtuvo la máxima calificación en sus estudios en el Instituto de los nobles. Luego estudió Agronomía y en la Academia militar. Trabajó en la construcción del ferrocarril de Kursk-Kiev-Odessa. En el 64, con la revolución polaca ante el opresor ruso, fue Ministro de Guerra en Vilna. Luego fue condenado a muerte aunque le conmutaron la pena con 10 años de trabajos forzosos en Siberia. A su vuelta fue a París como preceptor del Venerable Siervo de Dios Augusto Czartoryski que le influyó en su formación sacerdotal. Augusto ingresó en los salesianos, recibido por el mismo fundador san Juan Bosco y Rafael se hizo carmelita descalzo en Graz (Austria). Ordenado sacerdote en 1882 en Czerna, cerca de Cracovia, se dedicó sobre todo al sacramento de la confesión. Sufrió mucho de parte de sus superiores y falleció en Wadowice, en el convento por él fundado. Canonizado en 1991.


Teresa Jesús de los Andes (+1920 con 20 años), la primera santa chilena. Juanita Fernández Solar estaba dotada por la naturaleza y por la gracia, era desenvuelta, deportista y cariñosa. Ya de niña era generosa con pobres, ancianos, empleados de las fincas de sus padres. Una vez monja rezaba por los sacerdotes y por los pecadores del mundo entero. En marzo de 1920 anunció que le había sido revelado en la oración que moriría pronto, y un mes y medio después, en tiempo pascual, fallecía. Canonizada en 1993.

María del Sagrario de san Luis Gonzaga, beata, carmelita (+1936 con 55 años). Elvira Moragas Cantarero, toledana, fue una de las primeras mujeres licenciadas universitarias. Cursó Farmacia pero luego con 34 años ingresó como carmelita en el convento madrileño de santa Ana y san José. Beatificada por Juan Pablo II en 1998.


Giorgio Preca (+1962 con 82 años). Canonizado en 2007, nació en La Valetta. Ordenado sacerdote, volvió a reunir a los jóvenes con los que había tenido encuentros de formación dando inicio a la fundación de la Sociedad de la Doctrina Cristiana de la que el primer Superior General fue don Eugenio, quien murió en olor de santidad. Con Giannina Cutajar inició la rama femenina, también de laicas célibes. Propagó la devoción a la Encarnación, con las palabras “El Verbo se hizo carne” (Jn 1,14). Antes las dificultades de su obra, en el 18 se puso en manos de la Virgen e ingresó en la Tercera Orden Carmelita, eligiendo el nombre de fra Franco. Quiso que todos los socios de su obra apostólica llevaran el escapulario de la Virgen del Carmen. Propagó la devoción a la Virgen del Buen Consejo y a la medalla Milagrosa. En el 57 inventó los cinco misterios de luz del Rosario que extendería a la Iglesia universal Juan Pablo II.



María Maravillas de Jesús (+1974 con 93 años). Mª Maravillas Pidal y Chico de Guzmán, madrileña, carmelita descalza que, por inspiración divina, en 1924 fundó en El Cerro de los Ángeles el monasterio de Carmelitas Descalzas, junto al monumento del Corazón de Jesús, como lugar de oración y de inmolación por la Iglesia y por España. Fundó otros 10 Carmelos en España y la India, recuperando lugares de tradición teresiano-sanjuanista. Murió con paz y rodeada por sus hijas expresando “¡Qué felicidad morir Carmelita!”. Canonizada en Madrid en 2003.

Unos/as mártires carmelitas

Ángelo (+1225) llegó a Sicilia desde Palestina con un grupo de carmelitas a primeros del s XIII por las dificultades en Tierra Santa. Murió mártir por un grande de la zona que no resistió la denuncia evangélica que le hacía sobre su conducta.

Dionisio de la Natividad (Pedro Berthelot) y Redento de la Cruz (Tomás Rodríguez de la Cunna), martirizados por el Sultán de Achén (Sumatra) en 1638. Recibidos con fingimiento, se les obligó a abdicar de Cristo y aceptar el Corán. Redento fue asaetado, y cosido a golpe de lanzas, y decapitado. Dionisio murió con un golpe de cimitarra en la cabeza, abriéndosela en dos. Beatificados por León XIII en 1900.


Carlota de la Resurrección Thouret fue guillotinada en 1794 en París siendo carmelita descalzada; subió al cadalso cantando, ejecutada también junto con otras quince compañeras. A ellas se suman otros 64 religiosos beatificados por Juan Pablo II en 1995, todos ellos mueren entre 1794 y 95. El 18 de agosto también se conmemoran a otros 547 mártires religiosos, víctimas de los castigos propinados por sus prisioneros en ese momento trágico de Francia.


En 1906 san Pío X beatificó a Teresa de san Agustín y las otras 15 Carmelitas Descalzas de Compiegne, guillotinadas también en 1794. Esta bella página del martirologio inspiró a Bernanos su “Diálogo de carmelitas”. Hacía siglo y medio que habían sido fundadas en Compiegne por las de Amiens. Fue en 1641, 37 años después de llegar la beata Ana de san Bartolomé con Ana de Jesús y otras cuatro españolas. Con la “revolución francesa” se perdieron 130 conventos.
Juan Pablo II beatificó en 1995 a los carmelitas así mismo mártires en 1794 en la Bahía de Rochefort, en el litoral del atlántico de Charente-Maritime. Juan Bautista Duverneuil (P. Leonardo de Angulema), Miguel Luis Brulard, Santiago Gagnot (Uberto de San Claudio). Estaban hacinados con muchos compañeros en un barco negrero “Les deux associés”.


Tres Carmelitas Descalzas son beatas y mártires españolas en Guadalajara en 1936, ejecutadas durante la persecución religiosa en España. Eran del Carmelo de San José de Guadalajara, asesinadas cobardemente a balazos por unos milicianos cuando salían del convento que iba a ser asaltado por la chusma enardecida. María del Pilar (Jacoba, hija de Gabino y Rosa, tenía 59 años), Teresa del Niño Jesús y san Juan de la Cruz (Eusebia, hija de Juan y Eulalia, tenía 25 años) y María Ángeles de san José (Marciana, hija de Manuel y Lorenza, tenía 31 años). Murieron perdonando a sus asesinos. Beatificadas en 1987.

De los 498 mártires durante la persecución religiosa en España del siglo XX beatificados en 2007, hay otros 16 carmelitas de Toledo. 14 de Barcelona, 1 de Oviedo, asesinados por el hecho simple de ser frailes y a los que sumar 4 carmelitas misioneras y 1 carmelita de la caridad. Benedicto XVI en VIII-2010 aprobó la beatificación de otros 12 carmelitas, mártires en 1936 en Andalucía.

Isidoro Bakanja (+1909), mártir del rosario y del escapulario fue beatificado por Juan Pablo II en 1994. Nacido entre 1880 y 1890, recibió formación catequética en su juventud. Daba testimonio cristiano en su vida diaria hasta 1909 en que el encargado de la colonia en donde vivía, en Wenga, por odio a la religión cristiana, lo torturó largo tiempo y a los pocos meses moría como consecuencia del mal trato recibido.


Edith Stein, Teresa Benedicta de la Cruz (+1942). La última de 11 hijos de un matrimonio de comerciantes judíos de Breslau, hoy ciudad polaca, entonces alemana. De muy joven dejó su religión y cayó en un ateísmo agnóstico, pero luego el impacto de la 1GM la preparó para su conversión. Se bautizó en el verano de 1921 tras leer la autobiografía de santa Teresa de Jesús, siendo Doctora en Filosofía, compañera de Heidegger y profesora ayudante en la cátedra de Friburgo de Husserl, creador de la Fenomenología. Luego accedió a la cátedra de München pero le obligaron a abandonarla por su origen judío.

Trece años después –con 42 cumplidos- ingresó en el Carmelo de Colonia cuya comunidad fue trasladada a Holanda (lejos de los nazis) pero en 1942 fue arrestada por la “Gestapo” tras la declaración del episcopado holandés contra la barbarie nazi, la cual provocó la orden de Hitler de arrestar a todos los católicos no arios. Quizá aquí hay una explicación de los silencios del papa Pío XII. Llevada a Auschwitz, fue cruelmente ejecutada con gas a sus 51 años. Era simplemente el nº 44.070. Juan Pablo II la beatificó en 1987, la canonizó en 1998 y la nombró Patrona de Europa junto con ss Brígida, Catalina de Siena, Benito, Cirilo y Metodio.

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