dimecres, 5 de desembre del 2018

MIRANDO A SAN NICOLÁS

Para pedirle salud, dinero y amor.

Nicolás de Bari (†345 con 65 años) se conmemora anualmente cada 6 de diciembre, así le llamamos los occidentales aunque los orientales le llaman Nicolás de Myra ya que fue obispo de esa ciudad turca aunque, por la invasión musulmana de aquellas tierras, sus restos fueron trasladados por un grupo de 62 militares bareses el 9 mayo 1087.

Vivía retirado en la Tebaida pero al morir su tío, el obispo de Myra, el clero y el pueblo fueron a buscarlo para elegirle sucesor. Su biógrafo es san Metodio (†885 con 70 años) a cuyo funeral, hombres y mujeres, humildes y poderosos, ricos y pobres, libres y siervos, viudas y huérfanos, extranjeros y gentes del lugar, sanos y enfermos, formaban una muchedumbre que, entre lágrimas y cantos, acompañaban al sepulcro al buen Maestro y Pastor Metodio, hermano de Cirilo.

Nicolás era muy milagrero ya desde su juventud y en su ciudad natal de Patras en la Licia, donde pudieron casarse tres hijas de un desquiciado hidalgo, pobre menesteroso, que para sobrevivir lanzó a sus hijas a la prostitución. Durante tres noches, según un versión, Nicolás tiró por la ventana tres zapatos (o bolsos) llenos de oro aunque otra versión dice que echó las monedas por la chimenea de la casa.

Nicolás fue uno de los 318 obispos que condenó el arrianismo en el primer concilio de Nicea donde parece que abofeteó a Arrio (+336 con 80 años) nada más verle pero puede tratarse de una leyenda que se justificaría con el comentario de un cardenal de la curia vaticana cuando Roma preparaba el Vaticano II: “Un concilio no es una reunión de boy scouts“. Nicolás era demasiado impulsivo y en su afán por erradicar los cultos paganos, ordenó demoler el templo de Artemisa en Myra; el templo más grande y famoso de Licia, así como otros varios edificios paganos.

Arrio, natural de Libia, fue sacerdote en Alejandría (Egipto) que, como unos cuantos más, negaba la divinidad de Jesucristo, el Hijo de Dios, el Verbo, Jesús de Nazaret, que era un tema discutido ya antes que él.

Nicolás era hijo de padres muy ricos y ya desde pequeño repartía todo lo que tenía entre los pobres y al morir sus padres heredó una gran fortuna que utilizó para atender a necesitados. Hoy día muchas personas acuden a su intercesión para “resolver” también problemas económicos aunque se le tiene por patrono de las casaderas y de los comerciantes. La tradición afirma que desde su tumba brota un aceite milagroso.

También Nicolás es reconocido por los fieles de diferentes Iglesias y denominaciones cristianas como defensor de los más débiles y de los perseguidos, protector de las niñas, de los marineros y de los niños. También es patrono de Rusia, Turquía, Grecia y Alicante.

En el 550 ya había un templo en Roma a él dedicado y hoy son más de dos mil por todo el mundo. Esta universalidad de su culto lo convierte en un verdadero “puente entre Oriente y Occidente” y por eso, con motivo del 50 aniversario de la elevación de la Basílica de San Nicolás de Bari a Basílica pontificia (1968) y donde se conservan las reliquias del santo, Francisco ha escrito una carta (24-XI-2018) al arzobispo de Bari-Bitonto, en la que escribe que la Basílica “pudo mostrar su vocación específica de promover el camino de la unidad de los cristianos”.

Anteriormente Benedicto XVI envió un mensaje (01-03-2009) para la ceremonia de devolución de esa iglesia de san Nicolás en Bari que, construida por los ortodoxos rusos en 1913, fue comprada irregularmente por el Ayuntamiento en 1937. El Papa emérito manifestaba su nostalgia por la plena unidad y el representante de Kirill I dio las gracias a las autoridades civiles que han permitido hacer justicia y devolverles su iglesia. El presidente de la República italiana Giorgio Napolitano entregó la llave de la iglesia al Presidente de la Federación Rusa Dimitri Medvedev quien a su vez se la entregó al Patriarca ortodoxo Kirill.

El 7 de julio de 2018 en Bari tuvo lugar la Jornada de oración por la paz en Oriente Medio, convocada por Francisco como acto ecuménico al que estaban invitadas todas las iglesias y comunidades cristianas.

Cada 10 septiembre el santoral trae, entre otr@s much@s, a Nicolás de Tolentino (†1305 con 60 años), fraile agustino ermitaño y muy popular por los grandes milagros y prodigios que hizo en vida. Sus padres no tenían hijos hasta que fueron de romería a la iglesia de san Nicolás de Bari para pedirle descendencia. Su amor conyugal tuvo el fruto deseado y por eso al niño le llamaron Nicolás.

Conrado de Baviera (†1154 con 49 años) es un cisterciense discípulo cercano de san Bernardo de Claraval que fue a Tierra Santa donde vivió unos años como anacoreta y al regresar, su barco naufragó en las costas del sur de Italia, por lo que se quedó cerca de Bari donde murió.

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